El exministro de Economía de Santa Fe instó a “acompañar” al gobierno de Pullaro y sostener las diferencias. “A Milei le salió el tiro por la culata”, sostuvo en torno a las prepagas.

Roberto Sukerman planteó autocríticas y desafíos para los sectores que se inscriben en campo nacional, popular y progresista. Mientras instó a que las y los legisladores provinciales del PJ hagan oír sus voces en los ámbitos institucionales, como son las Cámara Baja y el Senado. En comunicación con ATP, el exministro de Trabajo de Santa Fe y abogado constitucionalista sostuvo que, en materia de seguridad, es menester “acompañar la gestión de Maximiliano Pullaro, más allá de no compartir todo”, habida cuenta de la complejidad del problema que supone el narcotráfico.

Es decir, es necesario tener “prudencia de acompañar y esperar resultados en la lucha” contra la narcocriminalidad. “No creo que sea beneficioso sacar tajadas. Queremos que al gobernador le vaya bien también; y eso no significa estar de acuerdo en todo. Hay que tener paciencia y ser prudentes”, sostuvo el dirigente peronista.

Por su parte, “los legisladores nacionales del PJ están en una tarea complicada porque están enfrentándose a un gobierno que los maltrata por integrar el Congreso. Menuda tarea tienen los legisladores nacionales”, destacó. No obstante, bregó por un peronismo que “genere debate y demuestre que no se quedó en el pasado”.

“Si la gente votó a (Javier) Milei es porque los modelos anteriores estaban agotados y buscó otra cosa. La sociedad quiso resetear –esgrimió–. Ahora, debemos hacer una autocrítica. No tenemos que contestar con el pasado, sino contestar con nuestras ideas y aggiornarnos al siglo XXI. Tenemos que mostrar unidad de pensamiento”, argumentó Sukerman al hilo de reconocer que su partido no gobierna ninguna ciudad grande de Santa Fe, ni la provincia, ni el país. Por lo tanto, “todo el campo nacional, popular y progresista tiene que generar una mayoría para seducir a la población”.

Con relación a las idas y vueltas que Nación mantuvo en torno a las tarifas de las prepagas, el abogado consideró que se trata del ejemplo más claro del paradigma libertario. Es decir, “las prepagas estaban reguladas por una ley de 2011. El Estado tenía que autorizar los aumentos. Con el DNU 70, Milei eliminó esa regulación, pensando que el mercado lo resuelve todo”. Acto seguido, “las prepagas empezaron a aumentar sin ningún tupo de criterio y la gente fue a la justicia”. “Mal y tarde el gobierno reaccionó. Si bien tener una prepaga es voluntario y las empresas necesitan rentabilidad, estamos hablando de la salud de la gente. En este tema, estamos viendo qué pasa cuando el Estado interviene y cuida a la ciudadanía. Al gobierno le salió el tiro por la culata”, definió al analizar el devenir de los hechos.

Y profundizó: “El Estado tiró la herramienta y, ahora, va a la justicia: es insólito y es grotesco. El Estado recurre al Poder Judicial, alegando su propia torpeza”. Desde ya, Sukerman se mostró a favor que se retrotraigan los incrementos tarifarios. Sin embargo, analizó que “el Estado quiere gastar menos”, aunque si las y los usuarios “no pagan la prepaga, van al Pami o al sector público; y el Estado tiene que poner más plata. En el modelo de Milei, lo mejor que pueda pasar es que haya la mayor cantidad de personas en la prepaga. Pero la gente no la puede pagar”, fundamentó al ilustrar las contradicciones del paradigma libertario.

FuenteRDP
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