Roberto Sukerman, jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación, ponderó la iniciativa que se debate en el Congreso para modificar las ocho horas diarias establecidas en una ley de 1929.
Por estos días, el Parlamento argentino se presta a evaluar una norma que regule la reducción de la jornada laboral. Se trata de un tema que cuenta con sendos proyectos a favor provenientes del justicialismo, el socialismo y la izquierda. En ese contexto, Roberto Sukerman, jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación, remarcó que la jornada laboral supone hablar de la vida personal. Desde ese punto de partida, subrayó que el tema de discusión se centra en quienes son empleados o empleadas.
“Argentina tiene un bueno conjunto de normas que protegen a las y los trabajadores y los gremios. Sin embargo, la ley de jornada laboral data de 1929 que tiene 48 horas semanales. A nivel mundial se da una discusión tratando de reducir esa jornada”, fundamentó el funcionario en contacto con ABC1 (que se emite este domingo, a las 23, por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario). A la hora de enumerar algunas de las razones que promueven la reducción de la jornada laboral, dio cuenta del propósito de “vivir mejor”.
“Si trabajamos un poco menos, vamos a tener más tiempo de ocio y de recreación, más tiempo para repartir las tareas familiares y de cuidado. Si vamos a ganar la misma plata que hoy ganamos por trabajar 48 horas, vamos a tener un aumento indirecto de nuestro salario”, agregó Sukerman en cuanto a los beneficios de la medida que es materia de discusión legislativa, sin dejar de mencionar los beneficios para la salud física y mental de quienes trabajan.
De la misma forma, un punto central se inscribe en la “mejora de la productividad”. “Se trata de que trabajemos menos, pero que se pueda producir lo mismo”, recalcó Sukerman en función de los virtudes de una reforma que piensa ya en las nuevas generaciones y los modos de vida social actuales y futuros.