“Es gravísima y delicada” la situación que vive el campo en el norte provincial. Según Sara Gardiol, de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe, los efectos se verán en 18 meses.
La prolongada sequía ha provocado verdaderos estragos en el norte de nuestra provincia. Entre cosechas perdidas y animales muertos, el panorama es desolador. Así lo expuso Sara Gardiol, presidenta de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), al referirse a los cultivos y las cabezas de ganado. “Está faltando el insumo más importante que es el agua, tanto en conseguir pozos en condiciones como en conseguir calidad de agua”, resaltó la dirigente en comunicación con ATP.
“La situación es sumamente delicada y gravísima”, resaltó. Si bien “la lluvia sería la solución para muchas cuestiones, pero hoy el problema es puntual. Sus efectos se van a notar dentro de 18 meses o más: la falta de terneros, la falta de recursos por la agricultura, la falta de litros de leche. La situación económica es gravísima”, insistió Gardiol.
Frente a tales circunstancias, “se suma el factor emocional que sufren los productores porque tratar de levantar su entorno, su lugar de trabajo, y ver lo que cuesta es muy duro”.
