Lo afirmó el Papa Francisco en un video dirigido a la población de esa ciudad y también a la dirigencia. “En todo sistema mafioso los pobres son el material descartable”, aseguró y llamó a trabajar en la prevención y la asistencia ante el consumo de drogas.
Mientras la ciudad de Rosario sufre a diario ataques e intimidaciones provocadas por las mafias narcocriminales, el Papa Francisco le prestó atención a la situación mediante un mensaje dirigido a la feligresía. En efecto, el Pontífice grabó un video –que se encuentra publicado en el canal de YouTube de Vatican News– en el que asegura que “en un momento de crisis” es comprensible “la presencia de las fuerzas de seguridad para llevar tranquilidad a la comunidad”. Sin embargo, profundizó que la cuestión atraviesa la ciudad tiene otras aristas.
“Sin complicidades de un sector del poder político, policial, judicial, económico y financiero no sería posible llegar a la situación en la que se encuentra la ciudad de Rosario, es necesario rehabilitar la política, que es una altísima vocación”, aseveró el Papa.
Francisco comenzó recordando un versículo del Evangelio de Mateo que dice: “Felices los que trabajan por la paz”. “En el camino de la paz se deben transitar respuestas complejas, integrales y con la colaboración de todas las instituciones que conforman la vida de una sociedad”, instó.
El Papa subrayó la necesidad de “fortalecer la comunidad” para afrontar la crisis, en tanto alegó que “todos los sectores políticos están llamados a transitar el gran camino del consenso y del diálogo para generar leyes y políticas públicas que acompañen un proceso de recuperación del entramado social”.
En un mismo tono, el jefe de la Iglesia Católica reclamó que se trabaje no sólo sobre la oferta sino también sobre la demanda de drogas “a través de políticas de prevención y asistencia”. “El silencio del Estado en esta materia sólo naturaliza y facilita la producción del consumo y comercialización de las mismas”, enfatizó.
En otro tramo del mensaje, Francisco resaltó la necesidad de que “el sistema democrático vele por la institucionalidad de la Justicia, de tal manera que pueda ser independiente para investigar los entramados de la corrupción y del lavado de dinero que facilitan el avance del narcotráfico”.
También el Papa adjudicó responsabilidad directa a una parte de los empresarios, al afirmar que “hay una gran tarea por delante en el sector empresarial no sólo en impedir la complicidad en los negocios con las organizaciones mafiosas, sino también en un compromiso social”.
“Dado que en todo sistema mafioso los pobres son el material descartable, los invito a aunar esfuerzos para que el Estados y las instituciones intermedias puedan brindar espacios comunitarios en los barrios vulnerables. Los mismos pueden crear condiciones para que los niños, adolescentes y jóvenes tengan un desarrollo humano integral para un futuro superador al que tuvieron sus padres y abuelos. Todas las organizaciones sociales, civiles y religiosas debemos estar unidas para hacer lo que mejor sabemos hacer, y entre todos crear comunidad”, añadió.
Pese a que advirtió que “el miedo siempre aísla y paraliza”, Francisco convocó a la sociedad a “colaborar y ser parte de los espacios deportivos, educativos, comunitarios”.
“Queridos hermanos y hermanas rosarinos: estoy cerca de ustedes. La Virgen del Rosario intercede día y noche por todos sus hijos, sobre todo como suelen hacerlo las mamás. Con diligencia especial por querer mayores fragilidades”, concluyó.