El jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostuvo hoy que «no hay ningún caso de corrupción» en el Gobierno y ratificó la intención de «elevar la vara de la institucionalidad», a la vez que señaló que el presidente Mauricio Macri le pidió «máxima dureza y rigor» en su accionar a la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso.
«Seguimos ratificando que queremos elevar la vara de la institucionalidad», subrayó Peña, en diálogo con radio La Red, en el que negó que exista «corrupción» en casos como los de Valentín Díaz Gilligan (ex subsecretario general de la Presidencia), Luis Caputo (ministro de Finanzas) y Jorge Triaca (ministro de Trabajo).
Según el jefe de Gabinete, «hay transparencia pública absoluta para contestar a todas las instancias y ser investigados en tiempo real por la Justicia, del presidente (Mauricio) Macri para abajo, y aún así no hay ningún caso de corrupción».
Al ser consultado sobre los casos de los ministro Luis Caputo (Finanzas) y Jorge Triaca (Trabajo), respondió: «Son discusiones de interpretación sobre si había que declarar o no una una cuestión, o un error, como en el caso de Triaca. No hay ningún hecho de corrupción en esos casos».
Asimismo, el jefe de Gabinete respaldó a la titular de la OA, a la que calificó como «inobjetable» y «una persona idónea que viene llevando adelante muy bien su tarea».
Aseveró que la OA «estaba devastada y destruida» y «ahora va hacia un proceso de fortalecimiento y creciente autonomía» y agregó que «Macri le ha pedido máxima dureza y rigor a Alonso para analizar los casos que le lleguen».
Al referirse al caso del ex subsecretario general de la Presidencia, Peña aclaró que «él ya explicó lo que pasó, lo que vivió, su convencimiento de que no había hecho nada fuera de la ley ni que vulnere la ética», y se preguntó: «¿Por qué pensar que hay una trama oculta en algo que fue súper transparente?».
Por último, entre las medidas adoptadas por el gobierno en pos de la transaparencia, Peña enumeró que «hay un decreto de conflicto de intereses, que antes no lo había», y que «se endureció también la política respecto de los familiares por encima de lo que dictaba la ley».