El senador por el departamento Castellanos demandó que se complete la obra que, ahora, está paralizada. Frente a las políticas nacionales, advirtió sobre la semejanza con la década del 90.
En tiempos complejos para la producción y la realidad de las ciudades que integran el centro provincial, el senador por el departamento Castellanos, Alcides Calvo (PJ), aseguró que no bajará los brazos en la insistencia para que se complete la obra de la Autopista 34. En comunicación con ATP, el legislador se consideró como “un no oficialista” y aseguró: “Estoy dispuesto a acompañar. La ciudadanía me dio un voto de confianza. Soy legislador con predisposición para trabajar con los intendentes”, en referencia a quienes conducen dos de las localidades más importantes de la zona, Rafaela y Sunchales.
Con relación a la mentada autopista, sostuvo que “con la gestión nacional anterior, se pudo lograr un buen tramo, pero ahora la obra quedó paralizada la obra. Unos 200 empleados no están más. Estamos hablando de un avance de obra del 80%, queda poco para cumplir. Desde Rafaela hasta Santa Fe tenemos autopista, lo que queda pendiente es hacia el norte. No vamos a bajar los brazos”, postuló y acotó: “Estamos convencidos que hay que terminar las obras pendientes”.
Al respecto, Calvo mencionó que Sunchales requiere de agua potable, con lo cual “hay desequilibrios muy cercanos”, por los cuales se deben realizar las gestiones necesarias. Sin alejarse de la coyuntura nacional y “desde el punto de vista social”, el senador aludió “al incremento de las tarifas”. “Sabíamos que había que lograr un equilibrio fiscal, pero tenemos que saber lo que significa para una familia pagar una tarifa”, observó crítico.
En torno a la relevancia de la Región Centro, que articula nuestra provincia con Córdoba y Entre Ríos, el senador aseveró: “Somos conscientes que en esta región se produce. La Región Centro tiene 60 legisladores nacionales –destacó–. Estamos muy lejos de las medidas financieras. Yendo a los pueblos, se ve que hay trabajo y producción. Y la gente lo único que quiere saber es que se va a producir y cómo trabajar”, expuso y valorizó “la política desde el territorio” como forma de recolectar un conocimiento certero sobre la realidad.
Ante la consulta sobre la cosecha récord de la soja que se espera, Calvo habló de “una gran oportunidad y del viento de cola que necesita la provincia y la Nación”, aunque marcó reparos en torno al tipo de cambio que puede resultar desfavorable para el sector productivo.
De igual forma, se pronunció acerca de las pymes. “Hasta fines del gobierno nacional anterior, necesitaban insumos importados a los que no se podían acceder. Pero hoy, hay cierto sesgo de incertidumbre por la retracción del mercado, la caída del consumo y los valores de los servicios. Esto se está viendo en las empresas con medidas preventivas y adelanto de vacaciones”. Tal panorama, desde su punto de vista, se asemeja a las políticas aplicadas durante la década 90: “Apertura del mercado y timba financiera”. Y, finalmente, advirtió que la ruptura del entramado productivo e industrial puede conllevar un arduo trabajo “para recuperar lo perdido”.
