El rector de la UNL se refirió a la relevancia del conocimiento científico frente al  desfinanciamiento que promueve Javier Milei y problemas como la epidemia del dengue. Aseguró que el Conicet resistirá, pero alertó sobre la “imprevisibilidad” del gobierno nacional.

La realidad económica argentina, impuesta por el gobierno de Javier Milei y su decisión de achicar el Estado, tiene una repercusión directa en el ámbito educativo. Particularmente, en las casas de altos estudios y los centros de investigación científica que hoy sufren el duro recorte de recursos. Sobre esta cuestión se pronunció el rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella, en una entrevista con ATP.

“Si nos ocupáramos únicamente de lo urgente, estaríamos como las ciudades de Santa Fe y de Santo Tomé con el Puente Carretero. Tenemos que mantener lo importante, la calidad de la educación es importante y no la podemos perder”, planteó el académico este jueves.

Desde esa perspectiva argumental, Mammarella ilustró que, recientemente y como producto de una investigación desarrollada por investigadores de universidades y del Conicet, se logró patentar un medicamento en Israel para paliar el Alzheimer. De esta forma, “podemos hacer conocimiento a nivel local y a nivel internacional también”, destacó.

En relación con el espíritu de las medidas libertarias que apunta a “denigrar” el campo de lo público, Mammarella planteó su postura: “Nosotros estamos al revés, estamos para mostrar la importancia de la educación y la ciencia. Ayer fuimos a la Cámara de Diputados de la provincia y hablamos sobre los polos que tienen las universidades del Litoral y de Rosario junto al Conicet. Gran parte de la producción que sale de la provincia está dada en esos polos de Rosario y de Santa Fe”, recalcó el rector. Por esa razón, consideró que es necesario “hacer más docencia” sobre el valor del conocimiento científico.

A su vez, el académico e investigador postuló que lo más objetable de la gestión de Milei se inscribe en la “imprevisibilidad”. Es decir, “no poder mostrar el modelo de país que queremos con ciencia, tecnología y cultura”. Dicho de otra forma, “el Conicet no peligra como institución –aclaró–. El Conicet va a resistir. Lo que sucede es que tiene el mismo problema que tuvo la educación con la pandemia”, en alusión al perjuicio que dejó aquel drama sanitario en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las y los jóvenes. “El problema es qué queremos para el futuro”, acotó.

Para el rector de la UNL, la concepción de “dejar afuera” al Conicet o a las universidades públicas –esgrimida por Milei en campaña– conlleva una incertidumbre. “¿Qué se quiere hacer con el superávit?. El mercado no resolvió el tema del repelente para el dengue. Cada vez, tenemos enfermedades más endémicas y las respuestas van a estar en la ciencia y la salud local. Si creemos que el problema es económico y se termina con el pago de la deuda externa, ¿qué se hace el día después?”, fundamentó Mammarella.

Sobre la actual situación crítica que implica la epidemia de dengue, el científico advirtió que “si en un año no hacemos nada, el año que viene vamos a tener el mismo problema”, sostuvo en defensa de la salud pública. “¿Vamos a estar con suficientes recursos para ir a la salud privada por estados febriles? No hay capacidad porque no existe lo público. Claramente, todos tenemos que hacer esfuerzos –admitió sobre el rumbo del país–, el tema es el costo y cómo”.

Ante la consulta sobre la semejanza de la actualidad con las políticas económicas de la década del 90, Mammarella recordó que en aquellos años se estableció la Ley Federal de la Educación. “La UNL decidió no hacer los cambios que planteaba esa ley en la escuela Industrial, en el marco de su autonomía universitaria. Y hoy se ve la diferencia. Muchas veces no se nos escucha. Queremos que la educación sea una herramienta transformadora y que los chicos salgan de la secundaria con saberes para el mundo del trabajo, pero por lo menos escúchennos”, clamó.

En virtud de la reforma laboral, Mammarella aplicó la misma lógica. “Tenemos la obligación de trabajar en el hoy y en el mañana. El tema de los contratos laborales es el hoy. Pero ¿cuál es fin previsional de todo esto? ¿Qué qué va a pasar cuando tengamos a todo el mundo trabajando flexibilizado? ¿Es viable? La preocupación es pensar en eso. Pensar la parte previsional para dentro de 20 años. Tenemos que pensar alternativas viables. ¿Cómo se previsionan trabajadores formales e informales?”, definió.

FuenteRDP
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