Son estudiantes del quinto año del Colegio Sagrado Corazón. La idea surgió a partir como un emprendimiento que reunió los saberes de todas las asignaturas.
Con el propósito de “llevar nuevos aprendizajes al aula”, el equipo docente del Colegio Sagrado Corazón motivó al alumnado a realizar un emprendimiento. El resultado no fue otro que la fabricación de tapavasos “antidrogas” para llevar al boliche. Así, los y las estudiantes de quinto año pudieron enlazar los conocimientos de todas las materias para avanzar en el emprendedorismo. “Desde todas las asignaturas abordamos este proyecto en el que los chicos aprenden a emprender. Tenían que pensar un emprendimiento innovador”, comentó Susana Benvenutti, a cargo de la materia Lengua y Literatura, en diálogo con ATP.
De esa forma, “el aula se transformó en una especie de taller y han aprendido un poquito de todo”, destacó la docente. En un tono similar, Natalia Constantino, profesora de Orientación en Contextos Laborales, manifestó el orgullo a raíz de que “surjan necesidades de los alumnos y que sean escuchados. Esto refleja una necesidad que hay en la sociedad. Que ellos puedan manifestarlo y llevarlo a cabo, dando una solución desde el lugar en el que están”.
Emilia, una de las alumnas, añadió que el tapavasos derivó de pensar una problemática, “en base a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU”. “Los objetivos que elegimos son salud, higiene, género y acción por el clima. Nuestra inquietud era la intoxicación por sustancias en bebidas. Fuimos pensando qué podíamos hacer”, sintetizó.
