Así lo planteó Victoria Stéfano, quien en abril de 2003 tenía 10 años y vivía en Barranquitas. Cómo vivió aquellos dramáticos días.

“La memoria es un músculo que necesitamos ejercitar. Repasar el relato sobre la inundación sigue siendo necesario”. La reflexión pertenece a Victoria Stéfano en su paso por ATP, al conmemorarse este viernes un nuevo aniversario del 29 abril de 2003. Desde su perspectiva, es central que las nuevas generaciones “sepan que esta ciudad fue víctima de un crimen hídrico, que hay responsables y que muchos de esos responsables murieron sin pagar por el crimen que cometieron”.

La militante por los derechos del colectivo trans atravesó su infancia en barrio Barranquitas. “Tenía 10 años y, de repente, una mañana nos dijeron que no había clases. A partir de ahí,  había algo diferente. Recuerdo ver cómo la gente se agolpaba en el terraplén para ver lo que más tarde se iba a confirmar”, relató y contó de qué manera su familia decidió trasladarse hacia San Pantaleón.

“Me acuerdo mucho de las discusiones de los adultos. Un vecino gritaba ‘yo me quedo acá y me muero en mi casa’. En medio, los camiones de la Municipalidad llegaban con bolsas de arena para que los vecinos rellenaran el anillo de defensa, intentando evitar lo que claramente era inevitable”, resumió Victoria.

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