Karai y Porã, nacieron a mediados de septiembre del 2020, y su madre, Mariua.

Un integrante de la iniciativa que lleva diez años de trabajo contó cómo sigue el monitoreo de la madre y los cachorros nacidos hace poco y que fueron reintroducidos en los Esteros del Iberá. El yaguareté es el mayor carnívoro sudamericano y ha sufrido una retracción alarmante en los últimos dos siglos. El jaguar que habita esta región de América, es protagonista de un esfuerzo compartido por la fundación Rewilding Argentina y los gobiernos nacional y provincial de Corrientes.

Desde el pasado 7 de enero Karai y Porã, nacidos a mediados de septiembre del 2020, y su madre, Mariua, corren libres en medio de los Esteros del Iberá.

De ese lugar la especie fue arrancada hace siete décadas, víctima de cazadores y del avance del hombre, que la sacó de su hábitat para dejarla expuesta en las carreteras donde muchos yaguaretés murieron atropellados.

Hace pocos días, el actor ganador del Oscar, Leonardo di Caprio, sorprendió en sus redes sociales con una publicación en la que destacó a la Argentina por la reintroducción y el nacimiento en estado silvestre de dos yaguaretés en los Esteros del Iberá. El actor, que está en pareja con la modelo argentina Camila Morrone, está al frente de una fundación dedicada a la defensa del medioambiente.

El yaguareté es el mayor carnívoro sudamericano y ha sufrido una retracción alarmante en los últimos dos siglos. En Argentina, perdió más del 95% de su área de distribución y hoy solo sobreviven al menos 250 individuos y sigue siendo una especie catalogada “en peligro crítico de extinción”. El jaguar que habita esta región de América, es protagonista de un esfuerzo compartido por la fundación Rewilding Argentina y los gobiernos nacional y provincial de Corrientes, que se abocaron a su reintroducción en el ecosistema Iberá, donde se extinguió por la cacería.

Carlos De Angelo, integra el Proyecto Yaguareté y en diálogo con el programa televisivo Apto para Todo Público dijo que “es un proyecto de investigación que forma parte de una organización no gubernamental que se llama Ceiba y el Conicet”.

Agregó que “el objetivo es generar información para la conservación del Yaguareté especialmente en la región de Misiones y chaqueña (donde todavía hay población silvestre de estos animales), y trabajamos y asesoramos a la organización que trabaja en la redistribución de estos animales en los Esteros del Iberá”.

De Angelo indicó que “venimos trabajando hace más de 10 años, nunca se hizo con yaguaretés, se hizo con otras especies de grandes depredadores como lobos, entonces va marcando el camino hacia otras posibilidades que se puedan dar para conservar la especie”.

El profesional especificó que “el yaguareté es una especie que está amenazada en muchos lugares del mundo, la población que queda aquí es muy chica, entonces la posibilidad de reintroducirlo y volver a tenerlo en los Esteros del Iberá tiene importancia para el país y a nivel mundial porque marca un camino que se le puede dar a otros sitios para recuperar la especie, la liberación de estos primeros dos cachorros nacidos en el Iberá es el primer y gran paso para recuperarla”.

Por último, dijo que “el Yaguareté habitaba en Argentina hasta el norte de la Patagonia, pero con el avance del hombre y la actividad agropecuaria en el siglo XIX y XX se lo fue cazando y matando por motivos de venta, pieles, miedo, son especies que no soportan mucho el nivel de cacería porque ellos son los depredadores normalmente”.

 

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