Captura de la Cadena Nacional

Tras asumir la Presidencia de la Nación, brindó un mensaje a la ciudadanía en el recinto de la Cámara de Diputados. “Sin pan no hay democracia ni libertad”, sostuvo en virtud de los altos índices de pobreza.

Por Dios, la patria y los Santos Evangelios juró hoy Alberto Miguel Fernández como presidente de la Nación, mientras su nombre era coreado en el recinto de la Cámara de Diputados. Lo propio realizó Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, tras lo cual se cantó la marcha peronista durante el mediodía de este martes. Acto seguido a la jura, Mauricio Macri entregó los atributos del mando.

Con el recuerdo del 10 de diciembre de 1983, cuando Raúl Alfonsín asumió la Presidencia tras la última dictadura militar, el flamante jefe de Estado reivindicó su “compromiso democrático”. “Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina, con un contrato social fraterno y solidario. En la emergencia social, en tiempo de empezar por los últimos”, manifestó. “Los convoco para poner a la Argentina de pie como condición necesaria para poder avanzar. Es hora de ser conscientes de las heridas que tenemos. Tengo la necesidad de compartir la convicción acerca de los muros que tenemos que superar, el muro del rencor, del odio, del hambre y del despilfarro de nuestras energías productivas”, invitó a reflexionar el exjefe de Gabinete del gobierno de Néstor Kirchner.

“No cuenten conmigo para transitar el camino del desencuentro”, postuló enfático. “Vengo a invitarlos a construir la sociedad democrática que nos debemos. Para lograr el sueño de la convivencia, partimos de que toda verdad es relativa”, agregó.

“Voy a trabajar incansablemente para que haya menos pobres”

De esa forma, habló de “comenzar por los últimos para llegar a todos” en referencia a la “catástrofe social” que conlleva la pobreza. “Sin pan no hay democracia ni libertad”, consignó. Y anunció el plan contra el hambre a partir de hoy. “Los marginados y excluidos no solo necesitan un pedazo de pan, necesitan ser parte de la mesa la Nación que tiene que ser una casa común”.

Anunció préstamos a tasas bajas y no bancarios para los sectores populares. “Vamos a impulsar medidas para revertir el atraso social y económico. Vamos a convocar para acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia”, precisó en un discurso que no eludió a las fuerzas cooperativas, los feminismos, la economía popular y la diversidad.

Tras enumerar datos de la economía y las finanzas, entre los que resaltó el cierre de empresas y el incremento de la inflación, Alberto Fernández cargó fuertemente contra las directivas de organismos internacionales. Y alentó el crecimiento de las economías regionales, el conocimiento científico y la formación de un mercado interno. “Vamos a proteger a los sectores más vulnerables, los únicos privilegiados serán quienes quedaron atrapados en la pobreza y la marginación”, arengó en función de un plan de “solidaridad en la emergencia”, dejando atrás la recesión y el eventual default que legó la gestión de Mauricio Macri.

En tanto, argumentó que “para poder pagar hay que crecer primero”, en relación con la deuda externa. “El país tiene voluntad de pagar, pero carece recursos para hacerlo. Queremos resolver el problema y para eso necesitamos que todas las partes trabajemos responsablemente”.

Tal como lo expresó durante su campaña electoral, el presidente abogó por un trabajo conjunto con los gobernadores para fomentar “un nuevo federalismo”. También se comprometió a ejecutar la obra pública con transparencia. “Vamos a desarrollar un ambicioso plan de regularización de viviendas y hábitat”, anunció sobre la nueva cartera que estará a cargo de María Eugenia Bielsa, mientras resaltó que Salud recuperará el carácter de ministerio al hilo de la declaración de la emergencia sanitaria.

En otro tramo, el mandatario alentó la defensa de los derechos humanos y la libertad de los pueblos en el marco de una política de integración con América latina. Asimismo, se refirió al conflicto de Malvinas y sostuvo: “No hay más lugar en el siglo XXI para los colonialismos”, en relación con el reclamo aún vigente junto a los excombatientes y la defensa de la soberanía.

Al aludir a las políticas de medio ambiente, Fernández citó al Papa Francisco y remarcó la relevancia de atender el cambio climático. Y anunció el envío al Parlamento un proyecto de un Consejo Social para el Desarrollo.

“Nunca más una justicia contaminada por servicios de inteligencia y por linchamientos mediáticos. Nunca más a una justicia que decide y persigue para saldar las diferencias políticas. Queremos que no haya impunidad. Ningún ciudadano está exento de la igualdad ante la ley”, enfatizó el nuevo jefe de la Casa Rosada en alusión a las detenciones y acusaciones sin el debido proceso judicial.

“No quiero finalizar sin mencionar que en estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres. Buscaremos reducir las desigualdades de género, económicas, políticas y culturales. Pondremos especial énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado, fuente de muchas desigualdades, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre las mujeres en Argentina al igual que otros países. Ni una Menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la República. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación”, recalcó al hacer mención en virtud del colectivo feminista y de las disidencias.

Artículo anterior“Voy a trabajar incansablemente para que haya menos pobres”
Artículo siguienteEl Subfluvial recibirá su cumpleaños número 50°