Fue este fin de semana en la cárcel de Las Flores. Se trata de Osvaldo Cerri. Sin él se cae la posibilidad de un juicio.

Osvaldo Cerri era el único testigo por la desaparición de Natalia Acosta ocurrida el 29 de mayo de 2009. Por aquel entonces, Natalia tenía 21 años y desapareció sin dejar rastros de la esquina de 25 de Mayo y Suipacha.

El sábado por la noche, en la cárcel de Las Flores, falleció Cerri, el único testigo que pudo haber revelado alguna pista más sobre lo que le sucedió a la joven. Sin él se cae la posibilidad de un juicio.

El fallecido estuvo vinculado a Marcelo Boscarol, hermano de los dirigentes de la UCR, Darío y Alejandro. Así lo dijo en una entrevista al programa Zona Crítica Juan Carlos Cisneros, dueño del cabaret y prostíbulo Místico.

Como si fuera poco, el malogrado Cerri también estuvo relacionado con el abogado laboralista por aquel entonces y hoy juez Oscar Burtnik, quien estuvo dentro de la sociedad propietaria de Místico.

Según relató la hermana de Natalia Acosta en la Justicia Federal, la última vez que se la vio fue junto a Cerri, quien la había trasladado a Místico, un cabaret de poca monta que funcionó durante un largo tiempo en la peatonal santafesina, con el aval de varios sectores comerciales, políticos y judiciales.

Por este episodio, Cerri quedó involucrado en una causa por trata de personas a partir de una investigación federal que se reabrió mucho tiempo después de la desaparición de Natalia.

Cerri sufría de varias enfermedades juntas, además del “síndrome de Diógenes” que se trata de acumular basura.

Artículo anteriorAbrió la convocatoria al Premio de Poesía José Pedroni
Artículo siguientePablo Di Bert dice que «hay que bajar los gastos corrientes»