Dos jóvenes de Santo Tomé fueron detenidos y trasladados a la comisaría 12° de esa ciudad. Allí fueron sometidos a golpes, vejaciones y humillaciones de todo tipo por los agentes del lugar durante largas horas.  

Alexis Do Santos (29 años) y Nahuel Taborda (21 años) padecieron del abuso de poder ejercido por agentes policiales de Santo Tomé el último lunes. Según informó la Agencia Presentes, la pareja ya brindó declaración en la Dirección Provincial de Asuntos Internos de Santa Fe donde narraron lo sucedido en un “cuartito” de la comisaría 12 de Santo Tomé.

“Estaba llegando a mi casa en auto, alrededor de la una de la mañana, cuando veo que un auto del Comando Radioeléctrico prende las sirenas y empieza a acelerar, como a perseguirme. Estaciono en la puerta, donde ya estaba Nahuel, que llegó en moto al mismo tiempo que yo. Los policías se me vienen encima y yo me meto del lado de adentro de mi casa, pasando la reja. Me dicen que nos quieren revisar. Ahí empezó todo”, relató Do Santos a la agencia Presentes.

“Veníamos de Santa Fe. Yo en mi auto y Nahuel, en su moto. Entramos por la avenida 7 de Marzo y ahí yo agarré por otro camino. Una cuadra y media antes de llegar, pasa un móvil del Comando Radioeléctrico por enfrente mío. Sigo hasta la puerta de casa, estaciono y ahí los veo aparecer con sirenas y acelerando”, prosiguió.

“Dos policías bajan rápido de su auto, como en una persecución, con las Itacas (escopetas), y nos dicen que salgamos a la calle que nos querían revisar. Yo me niego, porque no me daban motivos y porque los veía tensos. Me dicen que mi auto era sospechoso, por los vidrios polarizados. Les ofrezco las llaves, para que lo chequeen”, continuó el muchacho.

“Uno, un pelado, se me acerca y trata de agarrarme del cuello para sacarme para afuera. Forcejeamos, lo empujo y tiran dos escopetazos. Un tiro da en el árbol y otro en el zanjón. Estaban a unos cuatro o cinco metros de nosotros cuando dispararon. Después sacan las armas reglamentarias y nos apuntan. En dos segundos, había un batallón de la Policía afuera, estaba toda la cuadra llena. No entendíamos nada”, agregó.

Frente a esa situación Do Santos interrogó a los policías acerca de su conocimiento sobre las leyes. “Estaban haciendo algo que no correspondía. Los empezamos a filmar. De golpe, se metieron todos adentro de mi casa. Nos empezaron a pegar patadas, piñas. No nos daban motivos de lo que estaban haciendo. No tenían orden de allanamiento ni nada. Eran ocho o nueve, los dos primeros policías y otros que llegaron después. Mi hermana había llegado en medio de todo y la agarraron del cuello. Nos arrastraron hasta afuera y nos llevaron a Nahuel y a mí a la comisaría. Ahí empezó nuestro calvario”.

Ya en la seccional 12° de la Policía santafesina (ubicada en Alvear 2571, Santo Tomé), comenzó al golpiza acorde al testimonio de los pareja de jóvenes. En tanto, ninguno de los efectivos presentes en la dependencia procuró evitar o detener el accionar violento de los policías.

“Nos tiraban contra las mesas, contra los bancos. Nos pegaban patadas. Yo les traté de explicar que soy jubilado, por discapacidad, porque tuve un accidente. Les di mi carnet para que vieran. Tengo una parte de acrílico en la cabeza, porque en el accidente tuve una fractura de cráneo, y una cirugía de 75 puntos en la panza. Me seguían pegando en las costillas, en los pulmones, por todos lados”, consignó Do Santos.

“En un momento vieron que tratábamos de protegernos uno al otro y que yo le digo a Nahuel: ‘Quedate tranquilo, mi amor’. Y ahí se pusieron como locos –remarcó–. Empezaron a gritar: ‘Ah, pero son putitos, son novios. Mirá cómo lloran los maricones’. Nos agarraban y retorcían los testículos. Nos empezaron a tocar el culo, nos metían un dedo y nos decían que no les miremos la cara. A mí me decían: ‘Así que sos discapacitado, sos enfermito vos’. Y me volvían a pegar”.

“No es la primera vez que me pasa. A los 17 o18 años me hicieron lo mismo en esa comisaría. Me llevaron por el 10 Bis, por averiguación de antecedentes, y me mataron a trompadas, me asfixiaron… Nunca hice la denuncia, por miedo”, recordó Do Santos.

Los apremios se extendieron durante el resto del día, según denunciaron las víctimas. Los familiares de Do Santos y de Taborda se presentaron en la comisaría pudiendo escuchar los gritos y pedidos de auxilio. Posteriormente, los muchachos fueron trasladados al Samco local y al hospital José María Cullen.

Por su parte, Esteban Paulón, subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de la provincia, manifestó que acompañarán a las víctimas y a “hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que esto no quede impune”.

“Ni bien conocimos el caso, trasladamos la denuncia al Ministerio de Seguridad. Nos vamos a reunir con ellos este jueves, en conjunto con la Municipalidad de Santo Tomé. También nos reuniremos ese día con el fiscal de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos y Violencia Institucional, Ezequiel Hernández”, subrayó el funcionario. Y postuló, luego de comentar que ya se registran antecedentes de hechos de similares naturaleza: “Siempre vamos a acompañar a las víctimas de la violencia y apoyaremos el avance de las causas para que se puedan dar las sanciones que correspondan a los agentes, que bajo ninguna excusa pueden actuar como lo hicieron”.

Paulón recibirá mañana a los muchachos en la Casa LGTBI de nuestra ciudad a los efectos de brindar respaldo y poner a disposición el equipo jurídico del área de Diversidad.

FuenteRDP / Agencia Presentes
Artículo anteriorEnerfe construirá y explotará el Gasoducto de la Costa
Artículo siguiente“Se concentra el presupuesto en una sola parte de la ciudad”