Así lo definió María del Mar Ramón, integrante de la asociación civil Mujeres. La activista feminista puso el acento en “pensar el consentimiento y las relaciones sexuales”.

María del Mar Ramón, integrante de la asociación civil Mujeres, ponderó la actividad cultural con perspectiva de género, así como las acciones de carácter público, que impulsa el gobierno provincial en Santa Fe. Ella es una de las participantes de la disertación sobre “Deconstrucción y nuevas masculinidades” prevista para este miércoles, a las 19 en la sala La Mirage, en el marco del ciclo Otras miradas para pensarnos.

En su paso por ATP, la activista feminista expresó que “la masculinidad, como la conocemos, la masculinidad hegemónica es tóxica, violenta y reproduce esquemas de violencia. Esto nos demanda pensar nuevas masculinidades que no sean violentas y que no avasallen derechos de las identidades feminizadas”.

Ramón también puso el foco en “pensar el consentimiento y las relaciones sexuales, heterosexuales, en ese marco”. “Es una conversación súper interesante. Hemos notado que hay muchísimos hombres interesados en discutir, tener herramientas, saber cómo los interpela esta ola feminista”, argumentó al hilo de apostar a espacios de debate sobre “un futuro placentero y no violento en los vínculos entre mujeres y varones”.

Al profundizar en las implicancias de la lucha feminista, la integrante de la Red de Mujeres  esgrimió que “las políticas nacionales tienden a responder simbólicamente a las demandas populares que se están haciendo muy concretas que está haciendo el movimiento feminista”, cuestionó en tanto recalcó la falta de un presupuesto suficiente. “Subir penas, aumentar penas y responder con punitivismo un problema que es cultural, y al que hay que responder con más educación y con más presupuesto para políticas públicas de prevención, es mezquino y es un gesto que denota una repuesta mediocre a una demanda legítima”, fundamentó en virtud de una problemática que afecta a más de la mitad de la población. A propósito, subrayó que las mujeres no conforman un colectivo minoritario sino supone la mitad de la población, precisamente.

Habida cuenta de ese panorama, “la violencia con la que responde el Estado –continuó–, al asignar recursos tan mínimos ante una problemática de estas dimensiones, no se está tomando en serio algo que viene de las bases para arriba pero que este gobierno, en particular, no ha querido escuchar y darle la relevancia que tiene”, objetó Ramón.

Continúa el ciclo Otras Miradas para pensarnos

Artículo anteriorPiden ampliar el monto del Programa Equipar Santa Fe
Artículo siguiente“Se venden menos medicamentos porque la gente no puede comprarlos”