Lo postuló Víctor Oporto, titular de Optilent, en virtud del desarrollo empresarial de la ciudad. Desde su visión, es necesario que la sociedad “exija, ser más creativos e integrarnos”.

Víctor Oporto es titular de Optilent y empresario que ha sabido indagar en el desarrollo de otros países. “Hay tres cosas que los países a los que les va bien la tienen clarita: la cultura del trabajo, la cultura del ahorro y el apego a la ley. Son las cosas que se nos han ido destruyendo acá”, remarcó en diálogo con ABC1.

En esa línea analizó que el ahorro se perdió por la inflación, mientras que la cultura del trabajo se perdió por “los planes y los subsidios”, mientras que “el apego a la ley no es nuestra característica”. Así fue como narró que tiempo atrás fue estudiante de intercambio en Estados Unidos. “Encontré que para los adolescentes vivir una experiencia internacional es un abridor de mentes irremplazable”, comentó a instancias de su participación en AFS (American Field Services), una entidad abocada al intercambio estudiantil desde 1947.

Ya en el plano empresarial, Oporto evocó que su empresa óptica responde a una tradición familiar que deviene del desprendimiento de la emblemática Lutz Ferrando. “Vengo del palo industrial. Fui durante 20 años director ejecutivo de Cidal y luego tomé la posta del negocio familiar. Es una óptica integral, hemos crecido. Tenemos el favor del público. Si se hacen las cosas bien, el público lo valora”, subrayó.

Sobre el carácter emprendedor del santafesino tipo, opinó que “si bien es trabajador, se tienta con la zona de confort. Nos hace falta sacudirnos de esa zona de confort. Como sociedad, no exigimos, no interpelamos a nuestros dirigentes; nos falta ser más creativos, estamos esperando soluciones que son las mismas de hace 30 o 40 años, y nos falta integrarnos”. Al respecto apuntó a la industria, el comercio, la educación y demás actores sociales relacionados con la economía.

Desde esa misma mirada, Oporto evaluó que a la ciudad le falta construir una identidad con “su propia exigencia y su propio proyecto”. “Hay que dejar de esperar el Mesías, el creador, el iluminado y buscar la solución entre nosotros”, definió.

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