Lo afirmó Juan Gudiño, de la Cruz Roja Santa Fe, al explicar cómo y cuándo se debe realizar la práctica de RCP.
“Es mucho mejor actuar que no hacer nada”. De esa forma, Juan Gudiño, instructor nacional de primeros auxilios e integrante de Cruz Roja Filial Santa Fe, remarcó la importancia de intervenir en situaciones en las que una persona sufre una descompensación. En concreto, “si se identifica que una persona está inconsciente y que no respira, lo peor que podemos hacer es no hacer nada”. En su paso por ATP, explicó de qué manera practicar una Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y destacó que de esa forma “se le da más chances de sobrevida a la persona”. “No quiere decir que la vamos a salvar, pero vamos a intentar salvarla”, aclaró.
El RCP supone que, mediante compresiones toráxicas, se puede llevar sangre oxigenada al cerebro. “Cuando la persona queda inconsciente y sin respirar el corazón se detiene, cayendo en una muerte clínica”, precisó y acotó que el objetivo es “mantener las células irrigadas con sangre oxigenada, hasta la llegada del sistema de emergencia”.
En este marco, Gudiño hizo hincapié en que “cualquier situación fuera de lo común puede ser una situación riesgosa”. Por eso se plantean tres pasos simples: “Revisar, llamar y atender”. En otras palabras, “revisar el lugar para saber qué pasó, avisar quiénes somos y qué queremos hacer, revisar si la persona tiene riesgo de muerte, llamar al 911 o al 107, señalamos a otra persona y le pedimos que llame a urgencias”.
“En situaciones de emergencia, muchas veces nos encontramos con un montón de personas. Por eso es necesario organizar en la improvisación y llevar la mayor calma posible”, definió el instructor.
