Ocurrió en la localidad del departamento Castellanos, tras la detención de dos jefes y ocho subalternos, por orden de dos fiscales. Piden la protección de las funcionarias judiciales.
La Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados emitió un comunicado de prensa en el que se manifiesta preocupación por una serie de hechos que se vienen manifestando en la ciudad de Sunchales.
Es respecto a la protección de las fiscales Gabriela Lema y Lorena Korakis, quienes intervienen en una causa judicial en la que ordenaron la detención el pasado viernes del jefe de la comisaría tercera de esa ciudad, Luciano Gabinetti y del subjefe Federico Maldonado y de ocho subalternos.
Fue en base a denuncias que hicieron familiares de dos detenidos en esa dependencia un día antes de la detención, nada más y nada menos que por tortura.
Al parecer, tal fue la paliza que recibieron los presos que a uno de ellos se lo debió trasladar al hospital público de la ciudad de Rafaela.
También a uno de ellos se lo empujó contra una ventana, lo que le provocó una herida cortante que generó la posterior transfusión de ocho litros de sangre.
Insolitamente, los agresores que pusieron al borde de la muerte a dos personas detenidas, vulnerando todos sus derechos de forma salvaje, fueron “defendidos” por parte de la sociedad sunchalense con una marcha a favor de ellos.
Fue el domingo pasado y por si faltaba un detalle, quien estuvo presente y al frente de la manifestación fue el propio intendente de Sunchales, Gonzalo Toselli.
La manifestación fue para pedir no solo la liberación de los policías sindicados como responsables de las torturas a los detenidos, sino también para pedir seguridad.
A raíz de la investigación por las denuncias de torturas a los presos, la comisaría quedó intervenida y por lo tanto sin funcionar.
En 2014 había ocurrido un hecho similar en Frontera, cuando efectivos policiales habían trasladado a un detenido y lo crucificaron en San Francisco. El aberrante hecho generó una reacción positiva en la sociedad, más allá de violar todas las leyes posibles, y todos los policías fueron condenados.