“Jugar con la intimidad de las personas es una violencia naturalizada”

Lo expresaron la abogada Jaquelina Bussi y la trabajadora social María de los Ángeles Pais, quienes acompañaron a la docente santafesina extorsionada y chantajeada por su expareja. El sujeto fue condenado el mes pasado.  

Tras haber presentado denuncias desestimadas y atravesar un proceso judicial, una docente santafesina pudo tener justicia habiendo sido víctima de extorsión y de violencia de género. Todo comenzó cuando la mujer conoció a Sergio Omar Pogonza, de 63 años, mediante Facebook e iniciaron una relación sentimental. Pasado un tiempo, el teléfono celular de la mujer se rompió y él se ofreció a repararlo siendo ese su oficio. Cuando la relación, que había durado dos años, terminó, el hombre la chantajeó con hacer públicas fotos y videos si no le daba dinero a cambio.

“La primera denuncia se radicó en la Unidad de Delitos Informáticos y logramos un allanamiento que se hizo en noviembre pasado. Al hombre se lo trajo desde Buenos Aires”, comentó la abogada Jaquelina Bussi, quien defendió a la víctima y forma parte del Estudio Jurídico Lazos. Según acotó la letrada, “él accedió a contactos de estudiantes de ella y colegas; las amenazas se hacían más picantes”.

Por su parte, María de los Ángeles Pais, trabajadora social que también asistió en el caso, observó que “jugar con la intimidad y la privacidad de las personas son violencias naturalizadas y, por lo general, no tienen ningún costo”. Por esa razón, ambas profesionales trabajaron en procura de brindarle alternativas, confianza y acompañamiento a la víctima. La clave no es otra que “no sentirse culpable, cuando hay un sistema que todavía revictimiza a las mujeres que atraviesan procesos judiciales”, enfatizó Bussi.

El sujeto fue detenido en noviembre pasado y la denunciante por su propia voluntad habló en la audiencia imputativa. “Fue muy importante porque el juez que dictó la prisión preventiva tomó datos que ella introdujo en la audiencia. De hecho, ella tuvo una reacción dermatológica en las manos y se las mostró al juez”, subrayó la letrada. A su vez, se solicitó que la causa pasara de Delitos Informáticos a la unidad de Género del MPA por las implicancias del caso.

Ya el 21 de diciembre último, Pogonza fue condenado como autor de tentativa de extorsión, delito cometido en un contexto de violencia de género. En el marco del juicio abreviado, se dispuso la pena de tres años de prisión en suspenso y múltiples restricciones a su libertad así como la obligación de publicar en su muro de Facebook la condena.

FuenteRDP
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