Gonzalo Saglione analizó el impacto de los bonos anunciados por Nación para sectores menos pudientes y apuntó a la falta de recursos que puedan respaldarlos. “La producción no está generando la riqueza necesaria para mejorar la calidad de vida de los argentinos”, resumió.
“Hace largo tiempo que la economía argentina transita dificultades crecientes. El dato de inflación pone sobre la mesa la intensificación de un problema que no es nuevo. Y aparecen medidas que parecen estar destinadas a dar una respuesta de corto plazo, antes que abordar con seriedad el problema de fondo”. De esa forma, Gonzalo Saglione, exministro de Economía de Santa Fe, analizó los beneficios que ayer anunciaron Alberto Fernández y Martín Guzmán en torno al sector informal, monotributistas, jubilados y jubiladas.
A la hora de explicar qué sucede a nivel estructural, Saglione apuntó que “la producción no está generando la riqueza necesaria para incrementar la calidad de vida de los argentinos”. “Más bien, todo lo contrario. Desde 2010 para acá, la mayoría de los países de la región ha tenido un incremento importante en su producción por habitante. En cambio, en Argentina estamos en 2022 con el mismo nivel de PBI que en 2010 y con un nivel de PBI per cápita menor porque hubo aumento de la población”, esgrimió el exfuncionario de la gestión de Miguel Lifschitz.
Sobre las medidas que ayer se dieron a conocer desde Casa Rosada, Saglione hizo hincapié en el carácter paliativo. “Es un recurso por única vez en un contexto de ‘normalidad’. El IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) nació en un escenario de ruptura abrupta de la normalidad como fue la pandemia y la cuarentena. Esa medida permitió a muchísimas familias argentinas contar con un ingreso que no lo hubiesen tenido –valoró–. Ahora bien, hoy no estamos con una cuarentena como la de abril de 2020 que permita justificar una medida de absoluta excepcionalidad”, diferenció y añadió que el camino tomado por Nación no se dirige hacia la resolución de problemas como la pobreza y la falta de empleo de formal.
Al respecto, Saglione profundizó en torno a los recursos que respaldan estos bonos extraordinarios. “Cuando se decide transferir recursos a un determinado sector de la sociedad, que la está pasando mal y que nadie niega que lo está pasando mal, la contracara es quién lo paga. En un gobierno que tiene un déficit fiscal acumulado y que no encuentra financiamiento genuino más que en la emisión monetaria, lo que se encuentra es que el financiamiento monetario del déficit fiscal, ‘la maquinita’, se traslada a inflación. Y quienes más la padecen son los sectores de menores ingresos”, argumentó el economista. Y resumió: “No podemos celebrar decisiones de gasto sin, simultáneamente, pensar cuáles son las fuentes de financiamiento de ese gasto. Y que ese financiamiento no vaya en detrimento del sector que se pretende beneficiar. Estamos con una medida de cortísimo plazo sin un plan que la contenga”, definió en comunicación con ATP.