Así lo consignó el rector Enrique Mammarella en función de las acciones que lleva adelante la casa de estudios en localidades santafesinas. Además, indicó que la educación superior se sostiene con un presupuesto prorrogado y alentó una “gran política científica” para el país.

Inserta en un contexto de dificultades, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) sostiene su funcionamiento pese a la incertidumbre que genera un presupuesto prorrogado. Así lo expresó el rector Enrique Mammarella en su paso por ABC1 (que se emite este domingo a las 23 por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario).

Al no haber habido presupuesto debatido y aprobado en el Congreso, es el mismo a enero del año pasado. En agosto las universidades nacionales habíamos pedido un refuerzo que no se nos fue dado. Así que con un 53,8% de inflación, estamos iniciando las clases con lo que tenemos y tratando de conseguir lo que necesitamos”, expuso y consignó que la misión “es hacer que la educación pública esté al servicio de la sociedad”. En ese contexto, indicó que es necesario fijar prioridades y buscar estrategias a la hora de gestionar la institución.

No podemos esperar los tiempos que las autoridades nacionales decidan para que podamos funcionar. Necesitamos insumos, repuestos, equipos y eso no se puede parar”, planteó.

Acerca de la gestión de Omar Perotti, Mammarella comentó que se mantuvieron conversaciones con el gobernador con el objeto de exponer el equipo de la universidad “para ver cuáles son las líneas políticas que pretenden desarrollar a lo largo de su gestión de gobierno”. “Tenemos muchos convenios en funcionamiento con el Estado provincial y muchas iniciativas que no hemos podido llevar adelante que también queremos presentarle”, señaló el académico aunque esa instancia aún no se concretó.

Por otra parte, el rector evaluó el impacto de la denominada cuarta revolución industrial. “Como a universidad nos tocan las dos puntas. No solo pensar cómo el conocimiento se transforma en motor de la economía del desarrollo, sino también ocuparnos de los más excluidos y están más abajo para incorporarlos a través de la economía social”, adujo. En tal sentido, destacó que “una empresa de conocimiento son cerebros, pero todavía no sabemos cómo valorarlos para apostar a la economía del conocimiento”.

En otro plano, el doctor en Ingeniería Química se refirió a los lazos que unen a la UNL con la Universidad Nacional de Rosario. “Tenemos agenda común en algunos programas y en esta oportunidad se buscó ponerla en políticas conjuntas, con una vocación de poder trabajar en el territorio, pensando en cómo vamos a atender la demanda en cada región”, fundamentó y añadió: “Podemos ir con ciencia, con cultura, con desarrollo productivo y formando parte de los cuerpos locales”.

Sin ir más lejos de la temática, Mammarella analizó que ya se observan “empleos cambiantes y autoempleos que implica un cambio en la lógica del paradigma de la seguridad social. Tenemos que prepararnos para un mundo que cambia en el empleo y que siga teniendo la ética y la responsabilidad que merece”.

Por último, el rector de la UNL marcó que en torno al Conicet –desde la asunción del presidente Alberto Fernández– hasta ahora “se ha dado a conocer un aumento del número de ingresos y del valor de las becas”. Sin embargo, “todavía falta mucho”. “Desde hace tiempo que los empleados demandan participar en paritarias. Otro paso adelante sería pensar que no toda la ciencia se hace solamente con gente, sino también con equipamiento, infraestructura y fondos. Y falta una gran política científica y que una parte de ella tiene que estar orientada a las necesidades del país”, subrayó.

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