Fue la octava elección consecutiva que la alianza oficialista nacional perdió. En mayo restan los comicios de La Pampa y Entre Ríos. Hay expectativa por lo que haga el gobernador cordobés y el rumbo político que tome.

En su tercera candidatura accedió también al tercer mandato que le permitirá conducir los destinos de la provincia mediterránea.

La cosecha de sufragios fue histórica: más de un millón, lo cual se traduce en casi 54% del electorado.

Sus contrincantes Mario Negri y Ramón Mestre quedaron muy lejos con 17,78% y 10,94%, respectivamente.

Este triunfo significó también significó que Cambiemos pierda la octava elección consecutiva en el país.

Como si fueran pocos datos que digerir, la capital cordobesa, hasta ayer en manos radicales, cambió de signo político. Desde el año 1973 que la ciudad no era ganada por el peronismo.

Atrás quedaron los spots publicitarios y de apoyos de Elisa Carrió y de Alfredo Casero a Mario Negri, cuyo efectos positivos no existieron. También puede mencionarse que la líder de la Coalición Cívica le reclamó a Marcos Peña la ausencia a la hora de los apoyos a Negri.

Aparte de la ciudad capital, el peronismo obtuvo la mayoría legislativa para “hacer lo que quiera” en ese ámbito.

El gobernador cordobés tuvo un discurso tajante y contundente desde su búnker. Llamó a la unidad del peronismo y a superar la grieta. Lejos, se transformó en el protagonista electoral más importante del interior del país.

Lo que viene

La semana entrante, la posta electoral es La Pampa, donde Cambiemos (como ya se dijo más arriba) también salió derrotado en las primarias. El próximo fin de semana será libre de elecciones y el siguiente será el turno de las elecciones generales en Entre Ríos. En el mes de junio, la seguidilla de fechas es más acentuada.

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