balearon la casa del gdor antonio bonfatti. LA CAPITAL/Néstor Juncos (Rosario - Argentina - Tags: Policiales)

Al cumplirse cinco años del ataque con disparos contra su vivienda en Rosario, el actual presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe difundió una carta en la que hizo hincapié en “los agravios” sufridos, desde entonces, a raíz de “imputaciones, interpretaciones y manipulaciones”. Calificó de “canallada” la asociación de su nombre con el narcotráfico, en tanto ponderó las tres gestiones socialistas al frente de la Casa Gris.

Fueron cuatro personas encapuchadas que se movilizaban en dos motos quienes el 11 de octubre de 2013 dispararon contra la casa de Antonio Bonfatti, en el barrio Alberdi de Rosario. Por entonces, el actual presidente de la Cámara de Diputados de Santa Fe era gobernador y el mensaje mafioso había sido contundente. De los 10 disparos, tres de los proyectiles ingresaron a la vivienda por las ventanas del living donde se encontraba él junto a su esposa.

Hoy, el dirigente socialista difundió una carta en la que repasó lo sucedido y expuso sus impresiones. “Mi casa no estaba custodiada, por una decisión personal: nunca, en más de 40 años de vida política, ocupando las más diversas responsabilidades públicas, incluso habiendo sido detenido en la última dictadura, había necesitado de una protección especial ni para mí, ni para ninguno de mis seres queridos”, esgrimió el texto.

Luego indicó que “desde esa noche, nunca más pudimos volver a desarrollar nuestras actividades con la serenidad con la que solíamos hacerlo, ni volver a vivir sin custodia policial. Nunca más, volvimos a vivir en plena libertad”.

Bonfatti también aludió a “un mensaje mafioso para toda la dirigencia política santafesina decente” y consideró que se trató de uno de los hechos de “violencia política más graves que recuerde nuestra historia democrática. Y, sin embargo, significó para nosotros un calvario que se fue multiplicando por la especulación y el aprovechamiento sectorial”.

Con relación a la causa, el exjefe de la Casa Gris aclaró “que el avance de la investigación judicial permitió que dos delincuentes sean condenados. Fuimos acusados falsamente por algunos dirigentes opositores y algunos medios, que señalaron que aquella imposibilidad de identificación implicaba el desistimiento de la acción de persecución a los culpables”, aseveró.

Sobre esa última consideración, insistió con que la “multiplicación del agravio” a raíz de “imputaciones, interpretaciones y manipulaciones” vinculados al accionar del propio Bonfatti en sede judicial.

Carta de Antonio Bonfatti

“Fuimos maltratados. Se instaló la infamia del ‘narcosocialismo’, y algunos legisladores mediáticos asociaron aquella balacera con un presunto vínculo de nuestro gobierno con el narcotráfico. Otros, con oportunismo electoralista, utilizaron a sectores de la prensa nacional para difamar y mentir sobre aspectos de mi vida laboral y personal, inventando situaciones que nunca existieron”, planteó y calificó de “canallada” la asociación de su nombre con el delito del narcotráfico.

“Fuimos víctimas de aquel atentado, y además, objeto de una campaña ruin, que comenzó en los albores del gobierno de Hermes Binner, estigmatizando a la ciudad de Rosario, que se acentúo durante mi gestión y que continúa de manera sistemática, a través de las redes sociales, durante el mandato del ingeniero Miguel Lifschitz, desconociendo la escala internacional de este flagelo”, consignó. En ese orden, ponderó la acción de gobierno llevada por la gestión del FPCyS desde 2007 y recalcó que “no hay un socialista que se haya enriquecido tras pasar por la gestión pública”.

Al cumplirse cinco años del atentado, Bonfatti agradeció a “todos aquellos que consideraron esa acción como lo que fue: uno de los más graves atentados en la historia de nuestra joven democracia contra un funcionario público electo por su pueblo”.

Al mismo tiempo, recordó que “hoy muchos funcionarios judiciales, de seguridad y políticos de nuestra provincia siguen sufriendo los ataques de grupos delictivos que no se resignan al avance que hemos conseguido en la lucha, muchas veces solitaria, contra el delito organizado”.

Y finalizó: “A cinco años de aquella balacera, estamos de pie y con la convicción de que tenemos que seguir trabajando para mejorarle la vida a quienes confiaron los destinos de una provincia, que aún en plena crisis política, social y económica, no ha tomado ninguna medida en contra de los intereses y las necesidades de sus ciudadanos”.

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