Tal fue el mensaje que esgrimió el abogado Gregorio Arias a propósito del caso del niño que, ahora, podrá recibir un medicamento valuado en dos millones de dólares para atender a su enfermedad.
Tras la intervención de la justicia federal, una empresa de medicina privada abonó el 100% del costo de un medicamento de alto costo necesario para el tratamiento que un niño debe recibir. Samuel Houriet tiene un niño de un año y dos meses de edad y fue diagnosticado con Atrofia Muscular Espinal tipo 1. Por esa razón, la medicación que se le indicó es Onasemnogén Abeparvovec, conocido comercialmente como Zolgensma. Su valor comercial supera los dos millones de dólares y se destaca por ser el segundo medicamento más caro a nivel mundial.
Acorde a la explicación del abogado Gregorio Arias, el producto “ya está en camino”. “La familia se encuentra con Samuel, juntando toda la fuerza necesaria para que el medicamento se aplique el próximo miércoles”, precisó en diálogo con Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario). Para ello, el niño y su familia se trasladarán a la ciudad de Buenos Aires. “Es una noticia súper alegre. Los padres están muy expectantes. Antes era tachar los días para conseguirlo, ahora es tachar los días para que llegue el día tan esperado”, remarcó el letrado.
En este contexto, Arias evaluó que todo el proceso en curso ha arrojado un final no sólo esperado, sino también justo. “Llegaron nuestros clientes casi sin esperanzas. Y en un mes se logró” el objetivo, ante la negativa de la empresa de medicina privada involucrada de cumplir con el costo del propio medicamento.
“La vida de ningún niño tiene precio y si el dinero está, no podemos tolerar que las empresas o las obras sociales nos digan que no. No sólo con este medicamento, sino también con otros medicamentos, tratamientos y asistencias que necesitan las personas. Sobre todo aquellas que cuentan con certificado de discapacidad, que muchas veces se quedan con la negativa y no reclaman”, argumentó el abogado y sintetizó: “No hay que quedarse con la negativa de las obra sociales. Ante la duda, hay que reclamar”.