El edil rosarino detalló los alcances de su proyecto para un nuevo Código de Convivencia y marcó las diferencias con lo propuesto por el intendente Pablo Javkin.
“Primero, actualizar las conductas que no queremos en el espacio público, aquellas que generan problemas de convivencia, riesgos para la vida o la salud. Y por eso le ponemos una sanción”. De esa manera, Roy López Molina sintetizó el espíritu del Código de Convivencia que propone. Al ser consultado por ABC1 (que se emite este domingo, a las 23 por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario), el concejal rosarino de Juntos por el Cambio hizo hincapié en la “coincidencia en la necesidad de actualizar” la norma vigente porque “lo que hoy rige se preocupa mucho más por el viejo concepto de cuidar la moral y las buenas costumbres, pero se olvida de los aprietes de los cuidacoches”, explicó.
Y acotó: “Hoy, muchas veces, la falta es la primera etapa en la que si se interviene a tiempo se evita un delito”. Al respecto, el edil planteó que este proyecto es una alternativa a lo presentado por el intendente Pablo Javkin. “Entendemos que hay que modernizarnos. A partir de allí, empiezan las diferencias porque tenemos visiones distintas de cómo abordar el problema de la violencia o de la inseguridad, donde también entran las faltas municipales”, esgrimió el dirigente del PRO. En tanto, postuló: “Queremos una justicia de faltas independiente. Queremos que tenga la imparcialidad y la independencia para resolver sin presiones del poder político”.
Otras las diferencias identificadas por López Molina versa en torno al cuidado del espacio público. “La regla tiene que ser que, porque el espacio es gratuito, la actividad de los cuidacoches esté prohibida. El proyecto del intendente es cambiar todo para que nada cambie. Le pide al vecino que traiga una prueba de la extorsión”, aseveró tajante.
En un mismo sentido, justificó las condiciones permitidas para el “uso de cercos energizados por la seguridad de todos, incluso para quien lo conecta”.
