Según el estudio de MuMaLá, desde el 1 de enero al 26 de febrero se cometieron 43 femicidios en el país. Así, 57 niñas, niños y adolescentes ya no tienen madre, mientras el 52 % de las víctimas tenía entre 19 a 40 años.
Entre el 1 de enero y el 26 de febrero de este año se cometieron 43 femicidios en el país, según el Registro Nacional del Observatorio MuMaLá “Mujeres, Disidencias, Derechos”. Habida cuenta de un cuadro de situación más que dramático, la entidad insiste en la urgencia de la declaración de emergencia en violencia de género.
En cuanto al relevamiento, los datos más relevantes son que se registra un asesinato por violencia machista cada 32 horas. De ese total de 43 femicidios, 39 fueron directos (solo mujeres), dos femicidios vinculados de niñas y mujeres y dos femicidios vinculados de niños y varones. También se registraron 32 intentos de femicidios y siete muertes en proceso de investigación (a la espera de autopsia y peritajes). Este panorama arroja, además, que 57 niñas, niños y adolescentes se quedaron sin madre, en tato el 52 % de las víctimas tenía entre 19 a 40 años.
En virtud de la necesidad de fortalecer los mecanismos preventivos, el 23% había denunciado a su agresor, el 12 % tenía restricción de contacto o perimetral y el 2% fue asesinada pese a tener un botón antipánico.
Con respecto a los femicidas, el 44% convivía con la víctima; el 19 % se suicidó; el 7 % lo intentó; el 9 % está prófugo; el 9 % asesinó a más de una víctima y el 2 % pertenecía a alguna fuerza de seguridad.
El 50% de los femicidios vinculados (quienes fueron asesinados con el fin de ocasionarles un daño irreparable a las mujeres o que circunstancialmente estaban en el lugar del hecho), eran niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 15 años.
Acerca del vínculo entre la víctima y victimario, el informe precisa:
– Pareja: 42%
– Expareja: 26%
– Familiar: 17%.
– Conocidos: 2%
– Desconocido, sin vínculo: 9%
– Sin datos: 4 %
Asimismo, sobre el lugar donde se cometió el femicidio prevalecen la vivienda de la víctima, 31%, y la vivienda compartida con la víctima, 34%. Por lo demás, vía pública: 12%; descampados: 7 %; vivienda del femicida: 10 %; propiedad privada: 5 %; en la vivienda de un familiar: 7 %; otros: 4% (hotel, trabajo de la víctima, etc.).
Desde MuMaLá, dado el duro informe, se reclama una vez la urgencia de declarar la Emergencia Nacional en violencia de Género (proyecto ya presentado en la Cámara de Diputados); la implementación de la Educación Sexual Integral de manera transversal y la aplicación efectiva de la Ley Micaela de capacitación obligatoria en género y violencia de género en todos los ámbitos del Estado. “Identificamos la violencia de género en general, y los femicidios en particular, como una problemática sistémica, históricamente arraigada, que demanda soluciones integrales por parte del Estado, por lo cual también aguardamos expectantes el programa y el presupuesto asignado para tal fin por parte del actual gobierno nacional. Asimismo, es necesario un Estado activo que aporte recursos hacia la construcción de masculinidades no violentas”, argumentan.