El diputado sostuvo que es factible encontrar financiamiento para ello, mientras resaltó que «el centralismo porteño impidió tener un puente». Sobre la coyuntura nacional, afirmó tajante: “La ausencia del Estado es criminal”.
Una vez más, el Puente Carretero se instaló en la agenda pública desde que el tránsito por esa vía fue interrumpido debido a sus malas y peligrosas condiciones. Con casi 85 años de existencia, “vida útil está llegando a su fin”. Así lo consideró el diputado provincial Fabián Palo Oliver (Frente Amplio por la Soberanía) en una entrevista con Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario). Tras repasar el largo periplo que supuso la demanda y el anuncio de la construcción un nuevo puente que ligara la capital provincial y Santo Tomé, el legislador sostuvo que –dadas las actuales circunstancias– hoy esa obra podría ser llevada a cabo por el gobierno provincial, mientras cargó contra “el centralismo porteño” que impidió contar en su debido momento con la mentada conexión vial.
La historia
La utilidad del Carretero se puso en jaque en 1998, cuando una fuerte inundación motivó que su uso fuese interrumpido y el tránsito se trasladase a la Autopista Santa Fe Rosario. “Desde entonces empezó a estar en la agenda pública. En ese momento se empezó a hablar de la necesidad de una nueva conexión vial”, señaló el exintendente de Santo Tomé.
Pero fue el 29 de agosto de 2007 cuando Néstor Kirchner –presidente de la Nación en ese momento– “anunció la construcción de un nuevo puente a modo de compensación si Santa Fe se comprometía a construir la Autovía de la Autopista 19. Se firmó un convenio y Santa Fe cumplió con su parte”, evocó Palo Oliver. Ya entre 2010 y 2014, el nuevo puente “se tomó como una política de Estado”. En efecto, en noviembre de 2014 “se logró tener un proyecto ejecutivo y un pliego de licitación”. Con lo cual, actualmente “sólo faltaría actualizar el presupuesto de obra, poner una fecha y llamar a licitación”.
Sin embargo, durante la Presidencia de Mauricio Macri, tanto Nación como provincia “dejaron de tener el tema en agenda”. “Priorizaron otra obra que era el puente Santa Fe Paraná, paralela al túnel. Y empezaron algunas voces, con intereses de lobby, a plantear que no hacía falta una nueva conexión vial entre Santa Fe y Santo Tomé”, precisó el diputado. Ahora bien, “lo que nunca entendió esa gente es que el Carretero ya tenía una limitación. Y es lo que pasó. Iba a llegar un momento en que la saturación del paquete estructural iba a generar dificultades –recalcó–. Hoy, el desafío es que todas las fuerzas vivas y el Estado, sobre todo, empiecen a ponerlo en la agenda pública. El centralismo porteño nos impidió tener un puente –opinó–. Si hubiese sido un puente que conectase la provincia de Buenos Aires con la capital, se habría hecho hace mucho”, objetó.
Desde la perspectiva de Palo Oliver, “hay que buscar financiamiento” y la provincia debe ejecutar la obra en cuestión. Si bien, se trata de una traza nacional –porque el puente es parte de la Ruta 11–, “no se puede esperar más, sobre todo cuando el gobierno nacional niega y demoniza la obra pública”. Dicho de otra forma, “con la figura de la iniciativa privada no se puede hacer: ¿vamos a poner un peaje para cruzar dos kilómetros y medio?”, ironizó. “La alternativa es que la provincia lo ponga en su agenda, que se busque financiamiento y se pueda incorporar cuanto antes en el Presupuesto provincial”, insistió.
Del mismo modo, argumentó que “financiamiento internacional es factible porque Santa Fe tiene capacidad de endeudamiento”. “Es una provincia que, medianamente bien administrada, es rica. Además, si la provincia no lo toma como un desafío, no vamos a tener el puente y está demostrado que con una sola conexión vial, como es hoy la Autopista, colapsa”, alertó y observó que el por el Carretero circulan entre 22 mil y 44 mil vehículos que, ahora, se suma a la propia de la Autopista.
“Improvisados”
Por otra parte, Palo Oliver fue consultado sobre las recientes expresiones del diputado nacional Alberto Benegas Lynch (La Libertad Avanza) en relación con que la educación no debiera ser obligatoria y, en tal sentido, ¿por qué un padre debería enviar su hijo a la escuela si lo necesita en el taller? “Cada día se van mostrando cómo son. Son improvisados, no están preparados. Tienen un concepto del liberalismo distinto de lo que realmente es el liberalismo. Renuncian al Estado, no sólo en el plano económico sino también en la organización. Las contradicciones son permanentes –criticó–. Creen que el mercado va a solucionar todo y ahora se quejan porque las prepagas se cartelizaron e incrementaron, en una forma exorbitante, las cuotas”.
“Que se reivindique la posibilidad de que un pibe labure en un taller es gravísimo porque es desconocer los derechos del niño, sino también legislaciones nacionales e internacionales. Objetivos que se pone el mundo para que los niños se puedan educar como un derecho fundamental. Son posturas asociadas a un siglo y medio atrás. Esto es grave porque no están preparados para la gestión del Estado”, fundamentó en su planteo el legislador santafesino inscripto. En un mismo tono, objetó que el grupo libertario “demonice al Estado, mientras Javier Milei es el jefe del Estado”. Frente a ello, “hay que marcar la diferencia, combatir ese tipo de expresiones y hacerles entender que son derechos (la educación, entre otros) que ya no se pueden discutir”. Sobre la base de la misma línea argumental y virtud de la epidemia de dengue que sacude a vastas regiones del país, Palo Oliver reconoció una diferencia a favor del gobierno provincial que, al menos, decidió “poner más recursos para la producción de repelentes” en el LIF, así como el anuncio sobre la compra de vacunas. “Con cada epidemia que aparece, hay que poner en valor al Estado. La ausencia del Estado nacional es criminal. ¿Cómo hubiese sido la gestión de la pandemia de la Covid 19 con este gobierno?”, sugirió en su cuestionamiento a la gestión mileista.
