El magisterio rosarino alzó su voz tras las balaceras que sufrieron establecimientos educativos, a modo de “mensaje” de la narcocriminalidad. “Hay cosas que sólo pueden pasar si hay un cadena de complicidades”, advirtió Martín Lucero, de Sadop.
Las balaceras perpetradas en algunos establecimientos escolares de Rosario motivaron que el magisterio de esa ciudad alzara la voz en reclamo de medias que protejan, fundamentalmente, al alumnado. En conversación con ABC1 (que se emite este domingo, a las 23, por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario), Martín Lucero, secretario General de Sadop en la propia jurisdicción, alertó que “la mayor preocupación es que la escuela se vuelva un teatro de acción criminal por la repercusión que tiene” y la docencia rosarina se lo expresó al ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni.
“Dentro de los establecimientos educativos está lo que más queremos: nuestros hijos y nuestras hijas. Por eso siempre se mantuvo al margen de un montón de cosas. Hay un mensaje de las bandas y de sectores de la criminalidad”, expresó Lucero al definir los límites que los grupos delictivos son capaces de romper.
Dada esta realidad, “las comunidades educativas en los barrios saben lo que ocurre, los vecinos saben dónde se vende droga, ¿cómo no lo conoce el Estado?”, sugirió el dirigente gremial y fundamentó que “hay cosas que sólo pueden pasar si hay un cadena de complicidades. La inteligencia criminal va más rápido que la inteligencia policial. Así, siempre se pierde la carrera”, alertó el referente de Sadop Rosario.