Los datos surgen del Relevamiento del estado psicológico de la población argentina que la UBA llevó a cabo a fines de 2022.

Los índices de ansiedad, depresión y riesgo suicida son mayores en personas jóvenes y con estatus socioeconómico autopercibido menor, según lo determinó un informe realizado por el Observatorio de Psicología Social Aplicada, de la Facultad de Psicología de la UBA, y en los años 2021 y 2022 los porcentajes de riesgo de padecer trastornos mentales son mayores a 2020.

Los datos se desprenden de algunas conclusiones del Relevamiento del estado psicológico de la población argentina que se llevó a cabo en los principales centros urbanos del país a fines de 2022 sobre un total de 2295 casos.

Otro de los resultados indicó que participantes que realizan actividad física (44,79% del total) mostraron menores niveles de ansiedad y depresión que aquellos que no lo hacen. Y el 12.27% de los encuestados presenta riesgo de padecer un trastorno mental: quienes se perciben de sectores socioeconómicos bajos presentan mucho más riesgo que quienes se perciben de sectores medios y altos.

En tanto, más del 50% de quienes no realizan tratamiento psicológico, dicen necesitarlo; y el 34,75% tiene como impedimento no poder pagarlo. Es decir, las personas con mayor riesgo de padecer un trastorno mental, según el informe, son quienes tienen más dificultades para acceder a tratamientos psicológicos, siendo quienes más los necesitan.

El 54,55 % de los participantes dice estar atravesando una crisis: de estos, el 49,44% mencionó una crisis económica; luego se mencionó crisis vital, familiar, de pareja, vocacional, duelo, de identidad y por violencia de diferentes tipos (familiar, género, laboral).

Ante el malestar psicológico el 40,44% dice que dialoga con amigos/as, el 22,61% practica el rezo, el 22,09% recurren a un profesional psicólogo/a, el 21,57% toma medicación, sin especificar cuál, el 18,26% practica un deporte, el 8,89% consume alcohol.

Otro de los resultados, señaló que del total de 2295 participantes, el 75,95 % presenta una alteración del sueño de algún tipo: el 38,61% presenta insomnio o sueño interrumpido, el 21,39% duerme menos de lo habitual y el 15,95% duerme más de lo habitual.

Del total de los participantes, el 35,25% toma medicación por un problema clínico (hipertensión por ejemplo), el 21,26% para disminuir la ansiedad, el 20,04% para dormir, el 16,38% para relajarse, el 13,81% para mejorar su estado de ánimo y el 11,63% para manejar sus «nervios».

El 12,27 % de los participantes presenta riesgo de padecer un trastorno mental, porcentaje similar al hallado en 2021 y muy superior a los porcentajes hallados durante el inicio de 2020, por lo que una de las conclusiones es que «no se ha vuelto a los niveles prepandémicos», sino que en 2021 y 2022 se encontraron porcentajes de riesgo de padecer trastornos mentales mayores a todo 2020.

FuenteNA
Artículo anteriorUnicef advirtió que tres de cada 10 chicos viven en hogares con ingresos insuficientes
Artículo siguientePerú, un país sacudido por reclamos reprimidos