Juan Borús, del Instituto Nacional del Agua, explicó los motivos de la decisión que impacta en el río Paraná en un contexto de ausencia de lluvias.
Con un fenómeno de La Niña que se ha extendido por más de tres años, la sequía y el faltante de agua ha motivado que se deban abrir las compuertas de la represa Itaipú con el fin de mejorar el caudal del río Paraná. Al respecto, Juan Borús, hidrólogo del Instituto Nacional del Agua (INA), explicó que la propia sequía “en un momento dominó todo el continente sudamericano”. “En el territorio argentino, por lo menos en las provincias del Litoral, todavía domina esa condición de sequía con la merma del recurso hídrico”, indicó en contacto con ABC1 (que se emite este domingo, a las 23, por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario).
El especialista sostuvo, además, que “se está empezando a normalizar el clima parcialmente en algunos lugares. Uno de esos lugares en la naciente del río Paraná, donde hay una estacionalidad bien definida. Ha habido lluvias muy buenas que han permitido que los embalses, que están emplazados en la alta cuenta del Paraná en Brasil, alcanzaran sus reservas completas”. De esa manera, el caudal sobrante llenó Itaipú durante el fin de semana pasado.
“Gracias al acuerdo permanente que tenemos con Brasil –continuó Borús– se solicitó que se pudiera hacer una descarga adicional del tipo que se hizo en 2020 y en 2021”. Se trata de una descarga de corto plazo que permite completar el tramo misionero y paraguayo del Paraná. En tal sentido, el integrante del INA ilustró que “si el caudal descargado por Itaipú fue del orden de 11 mil metros cúbicos por segundo, 10.500 fueron por la central y 1500 por el vertedero”. Vale decir, “no dependemos de que se abran las compuertas porque las represas están hechas para generar energía eléctrica y para eso el agua tiene que pasar del embalse para abajo. Por lo tanto, si se cortase el chorro no se generaría electricidad y, consecuentemente, no generaría recursos”, definió.
