Admitió que durante la noche del crimen, familiares del empresario se llevaron al menos un millón de dólares y tres millones de pesos de las oficinas. Sin embargo, sostuvo que no advirtió que salieran del lugar con bolsos, mochilas y una caja.

Durante la mañana de hoy la fiscal Cristina Ferraro se presentó ante la Comisión de Acuerdos de la Legislatura de Santa Fe donde ejerció su defensa en la investigación sobre su accionar en el caso del asesinato de Hugo Olmedo, acaecido el 11 de febrero de 2020 en una galería de La Rioja al 2400.

Ferraro llegó a la Legislatura acompañada por su abogado, Sebastián Oroño, para dar sus explicaciones sobre lo sucedido aquella noche, cuando familiares de Oldani ingresaron a las oficinas de la empresa y abandonaron la escena del crimen cargando bolsos, cajas y mochilas. En aquel momento, poco más de un millón de dólares y tres millones de pesos, que habían sido fotografiados por la policía en el lugar, desaparecieron.

Al día de hoy, son 10 las personas procesadas por la Justicia Federal, acusadas de haber participado de la posible existencia de una cueva financiera en Oldani Turismo.

En paralelo, durante la noche posterior al crimen de Oldani algunas cámaras de seguridad de la galería Rivadavia fueron apagadas por policías. Y recién comenzaron a funcionar durante las primeras horas de la mañana siguiente. El diputado Leandro Busatto (PJ), como acusador en la investigación que sobre el accionar de Ferraro, asegura que la fiscal debe ser removida de su cargo a partir de las evidencias recolectadas en el proceso. La decisión final estará en manos de la Asamblea Legislativa, que tendrá la posibilidad de determinar la inocencia de Ferraro, de suspenderla por hasta seis meses en sus funciones o expulsarla del Ministerio Público de la Acusación.

Según Ferraro, poco después de confirmarse la muerte de Oldani, ella y un grupo de policías se hicieron presentes en la Galería Rivadavia. Lo mismo sucedió con la hija del empresario, Virginia Oldani, su esposo, una empleada de la firma y una abogada que trabajaba para el Ministerio de Seguridad.

La fiscal explicó que Virginia Oldani le pidió autorización para ingresar a las oficinas de la empresa para retirar el DNI de Hugo Oldani, ya que lo iba a necesitar para los trámites posteriores al deceso de su padre. También aseveró que una cuestión humanitaria decidió autorizar su ingreso a la escena del crimen, pero que jamás autorizó a los familiares a retirar otra cosa que no fuera el DNI. A su vez, la fiscal afirmó que no se percató que la hija de Oldani y el resto de estas personas saliesen de las oficinas con mochilas, bolsos y una caja, sino que se dio cuenta de lo que había sucedido poco después, al revisar las imágenes de las cámaras de seguridad de la galería.

FuenteRDP / Aire de Santa Fe
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