Cada 17 de febrero se conmemora el Día Internacional del Juego Responsable. Especialistas señalaron que la ludopatía es una adicción ya que las personas buscan cubrir todas sus angustias en el juego.
Especialistas destacaron la importancia de concientizar sobre la adicción al juego, conocida como ludopatía, una práctica que «arruina todos los aspectos vitales valiosos» y que suele encubrir «distintas problemáticas del sujeto», afirmaron al conmemorarse este jueves el Día Internacional del Juego Responsable.
Esta fecha busca concientizar sobre los buenos hábitos de juego y prevenir su uso compulsivo o problemático, que es padecido por –aproximadamente– siete de cada 100 personas en la Argentina, según un estudio realizado por la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.
«Se considera ludópata a una persona que tiene un impulso irrefrenable por jugar y pierde ante el juego su libertad de decir que no», explicó a Télam Harry Campos Cervera, médico psiquiatra.
Según el especialista, los adictos al juego tienen una estructura de personalidad «buscadora de emociones», y necesitan «niveles altos de adrenalina para sentirse estimulados», hecho que deriva en la incapacidad de poner un freno al juego.
Para Diana Sahovaler de Litvinoff, psicoanalista, la ludopatía es una adicción ya que las personas buscan cubrir «todas sus angustias con esta actividad».
«Se apegan a algo que sienten que les ayuda a olvidar y les va a otorgar de una manera muy automática la felicidad, el olvido y la sensación de que consiguieron estar sin angustia». Por este motivo, la especialista enfatizó en la importancia de aprender a «tolerar la angustia y la frustración» para evitar caer en este tipo de prácticas.
Por su parte Cervera agregó que si bien no hay una edad determinada en que se observe mayormente la ludopatía, hay una tendencia «en los jugadores jóvenes y en los jubilados», entre quienes hay –de todos modos– un diferencia en el tipo de juego. «Mientras que los jóvenes prefieren más apuestas de tipo deportiva o ruleta, las personas mayores son más propensas a tener adicción a los bingos», agregó Cervera.
«Hay una cifra que es bastante fuerte que muestra que en la Argentina hay 19 millones de jugadores, pero no quiere decir que toda esa población sea adicta», explicó Alberto Álvarez, psiquiatra y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
Entre las actividades que se identifican con esta práctica se enmarcan los «juegos de azar, las apuestas e incluso los videojuegos». El problema, según Álvarez, no radica específicamente en cuántas horas se destinan al juego, sino en observar que no se resientan «todos los otros aspectos de la vida: los amigos, las relaciones, el estudio o el trabajo. Es como un rompecabezas», argumentó.
«Cualquier adolescente puede jugar varias horas, el asunto es cuando algo de esto se convierte en lo único que toma importancia en la vida, ese es el click que hay que tratar de descubrir, cuando se pasa de un juego lúdico divertido a una patología», afirma Álvarez.
Así como de los 19 millones de jugadores no todos son adictos, cada caso de ludopatía encubre «distintos problemas» que tienen que ver con problemáticas «psíquicas, psicológicas, sexuales, laborales, de discriminación, de contacto e inhibición social, conflictos con los padres, en fin… cada caso es diferente», detalló el psicoanalista.
Sobre este punto, Cervera agregó que «la ludopatía transforma la vida en lo social, familiar, laboral y en lo económico. Es decir que es una persona a la que el juego arruina todos los aspectos vitales valiosos».
Indicios y consejos
Según una guía elaborada por la Defensoría del Pueblo bonaerense, se pueden identificar algunas señales de alarma:
– «Te irritás y estás intranquilo cuando no se puede jugar».
– «Gastás o perdés dinero apostando constantemente e intentás recuperarlo en la jugada siguiente».
– «Apostás cada vez más cantidad de dinero para sentir excitación».
– «Intentás conseguir dinero de cualquier manera para seguir apostando».
En la guía elaborada también se plantean algunos consejos para llevar adelante un juego responsable:
– «Pensar en el juego como entretenimiento, no como una manera de ganar dinero».
– «Jugar habitualmente acompañado de amigos o familiares».
– «Antes de empezar, establecer un límite de dinero».
– «Asegurarse de establecer un período de tiempo limitado».
– «Evitar jugar en tiempos de crisis emocionales ya que disminuye el autocontrol».
A su vez, para el tratamiento se pueden encontrar distintos tipos de terapias, entre ellas la psicoterapia, que permite «ver cuál es la causa que lleva para una persona a tener esta adicción», afirmó Cervera. «El otro elemento muy importante y que ayuda mucho a la persona son los grupos de jugadores anónimos, que juntan muchas fuerzas cuando la persona entra en ellos verdaderamente comprometido con el afán de curarse de la ludopatía».
Por otro lado, Álvarez hizo hincapié en la necesidad de un diagnóstico de la situación de cada paciente para establecer «el motivo de la adicción» y «diagramar un tratamiento para cada caso».
«En general hay que trabajar mucho con la familia, con el entorno y ver si hay una problemática de base psicológica, madurativa o psiquiátrica», señaló.
Por último, la recomendación de Litvinoff es «tratar de superar la ludopatía» a través del establecimiento de límites que permitan a la persona «buscar la felicidad de una manera que tenga más en cuenta la realidad».