El gremio que agrupa a los municipales de la ciudad de Santa Fe determinó la desafiliación en medio de una asamblea más que controvertida y “viciada”. La ya extendida puja por las paritarias y los aportes.
Conocida la desafiliación de Asoem de la Festram, desde la propia federación se calificó el hecho como “bochornoso ante la falta de libertad sindical”. En el medio de una asamblea que estuvo atravesada por momentos de violencia, ayer la asociación sindical resolvió desprenderse luego de una serie de sucesos más que polémicos.
“Las diferencias empiezan por la defensa de las paritarias. En 2018 advertimos que la firma de las paritarias no se respetaba en la ciudad de Santa Fe. Los acuerdos paritarios siempre tienen un piso, nunca pueden ser por debajo. En ese momento se pagaba cláusula gatillo (en el marco de la paritaria rubricada a nivel provincial) y, en Santa Fe, se paga un mes atrasado y sin retroactividad”, planteó Mauricio Herzog, dirigente del Consejo Directivo de la Festram, en diálogo con ATP.
El sindicalista, además, marcó que esta situación se repitió en 2019 y tuvo como consecuencia que otros municipios de la provincia no quisieran abonar la retroactividad “porque en Santa Fe no se pagaba”. “Lo curioso es que (Juan) Medina sigue diciendo que eso es culpa de Festram”, acotó.
Lo más notorio en este proceso se produjo cuando “con falsedad en la documentación Medina y (Pablo) Casale le enviaron una nota a la Intendencia de (José) Corral diciendo que se habían desafiliado de Festram y por, ende, la parte proporcional de la cuota sindical no se remitía más a Festram, sino a Asoem”, evocó Herzog este viernes.
Ya en la víspera se llevó a cabo una asamblea en la sede de Asoem, en Urquiza al 1900 de nuestra ciudad, donde “se agolparon muchos compañeros y a más de la mitad se le impidió ingresar, se les impidió votar. Fue penoso, una situación fuera de lo normal”. Sobre el final de lo ocurrido, el dirigente de la Festram aseguró que habrá una impugnación de la determinación y por los afiliados que no pudieron votar al no poder ingresar a la sede.
Festram denunció una defraudación que supera los dos millones de pesos