Se trata de un hombre de 42 años y de una mujer de 30 que son entrenadores de triatlón. Las víctimas son cinco alumnas, cuatro de las cuales eran menores de edad al momento de los ilícitos.
Walter Sales Rubio, de 42 años, y Sheila N. A., de 30, son los entrenadores de ciudad de San José del Rincón en perjuicio de cinco personas. El fiscal a cargo de la investigación es Matías Broggi. El funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) realizó la atribución delictiva en una audiencia que se llevó a cabo ayer en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
De acuerdo a lo agendado, la audiencia de medidas cautelares se llevará a cabo el jueves. El fiscal Broggi adelantó que solicitará la prisión preventiva de los dos investigados.
“Los abusos comenzaron a ser cometidos en 2010 y, en algunos casos, se prolongaron hasta 2018”, informó Broggi. Agregó que “hasta el momento investigamos cinco casos. En cuatro de ellos, las víctimas eran menores de edad cuando sufrieron los ilícitos”.
El fiscal del MPA aseveró que “al hombre investigado se le atribuyeron cinco hechos, mientras que a la mujer se le endilgaron ilícitos en perjuicio de cuatro víctimas”. “No descartamos que pueda haber más víctimas”, sostuvo Broggi y agregó que “en caso de que así sea, avanzaremos para investigar todas las denuncias que se hagan”. También explicó que “dos de los casos son de abusos sexuales simples” y añadió que “en los otros tres, el accionar de los imputados fue similar”. Afirmó que “los ataques sexuales eran cometidos en la vivienda de la imputada, la cual era usada como lugar de entrenamiento”.
“Si bien cada uno de los imputados tuvo un grado de participación distinto en los ilícitos, los dos cometían los abusos simultáneamente”, sostuvo. Al mismo tiempo, aclaró que “una de las víctimas también fue abusada en la vivienda del imputado, en un lugar al que denominaban “El Pozo” y en lugares donde paraban cuando viajaban por competencias deportivas”.
Broggi subrayó que “en todos los casos, los imputados eran una figura de autoridad para las víctimas porque estaban encargados de su educación”. En tal sentido, remarcó que “la familia de las personas agredidas sexualmente confiaban en que iban a realizar su trabajo como entrenadores”.
También hizo hincapié en que “los imputados le decían a las víctimas que ‘todas las chicas lo hacían’ y lograron una naturalización de los abusos que tiene entidad suficiente para alterar su libre y progresivo desarrollo de la sexualidad”.
Al hombre investigado, Broggi le imputó la autoría de ilícitos en perjuicio de cinco víctimas menores de edad. En tres casos, es investigado como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado (por ser encargado de la educación y la participación de dos personas) y promoción a la corrupción de menores agravada (por tratarse del encargado de la educación). En estos tres casos, también se le atribuyó ser cómplice necesario del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado (por ser encargado de la educación y por la participación de dos personas).
En relación con las otras dos víctimas, el fiscal le imputó la autoría del delito de abuso sexual simple agravado (por ser encargado de la educación).
Por su parte, a la mujer investigada, Broggi le endilgó los ilícitos en perjuicio de cuatro víctimas. En dos de los casos, la investiga como cómplice necesaria de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado (por ser encargado de la educación y la participación de dos personas) y promoción a la corrupción de menores agravada (por tratarse del encargado de la educación). También en estos dos casos se le atribuyó ser autora del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado (por ser encargado de la educación y por la participación de dos personas).
Acerca de las otras dos víctimas, a la mujer se la investiga como autora del delito de abuso sexual simple.