Así lo dispuso por unanimidad el tribunal del juicio oral realizado en Reconquista. Fue encontrado culpable de abuso sexual gravemente ultrajante contra una nena y un nene de tres años.

Una vez más, un sacerdote se ve envuelto en un abuso a niños y niñas. En este caso se trata de Néstor Fabián Monzón, en Reconquista. Ayer, el papa Francisco, anunció que puso fin a una de las históricas excusas sobre las que se edificó durante décadas el muro de silencio en torno a los abusos cometidos por miembros de la Iglesia.

El Pontífice promulgó dos nuevas leyes que, entre otras cosas, liquidarán el secreto pontificio, aplicado en los casos de abusos a menores por parte de representantes de la Iglesia.

La nueva norma se propone eliminar el entorpecimiento deliberado en los casos de pederastia y agilizar la tramitación de las denuncias y su posible traspaso a las autoridades civiles en caso de que el país donde se hayan producido obligue a ello, tal y como sucede ya en Estados Unidos.

En este contexto mundial y tras una exhaustiva investigación de parte de fiscales y querella, el sacerdote Néstor Fabián Monzón de 51 años fue condenado a 16 años de prisión por ser autor de delitos contra la integridad sexual de un niño y de una niña menores de edad en la ciudad de Reconquista.

Así lo dispuso por unanimidad el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Claudia Bressán (presidenta), Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero.

Los magistrados resolvieron condenar a Monzón como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante (por las circunstancias de su realización) calificado (por ser el imputado ministro de un culto reconocido) en perjuicio de los dos menores de edad, en concurso real.

Asimismo, el tribunal dispuso que la Oficina de Gestión Judicial fije de forma inmediata –tal como lo solicitó la Fiscalía– el día y la hora de realización de una nueva audiencia en la que deberá tratarse el pedido realizado por los fiscales para que se imponga al condenado la medida cautelar privativa de libertad.

Luego de conocer la sentencia, el fiscal Alejandro Rodríguez manifestó su conformidad con la decisión del tribunal y valoró que la sentencia haya sido dispuesta por unanimidad.

“En todas la causas que llegamos a juicio tratamos de poner lo que mejor tenemos y no desconozco lo que significa, sería un hipócrita si no reconozco la trascendencia de la causa”, dijo el funcionario.

Por su parte, el fiscal regional de la Cuarta Circunscripción Judicial, Rubén Martínez adujo que “los padres y las madres del niño y la niña fueron muy valientes, quiero felicitar al equipo, también confiábamos en la querella, estoy tremendamente satisfecho, nos sacamos una carga de encima, y espero que aquellos que hablaron infamias, entiendan que se equivocaron”.

Rodríguez también se refirió a las víctimas y a sus familias. “Ellos experimentaron y sufrieron en carne propia insultos y escraches por haberse animado a enfrentar esta situación”, remarcó.

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En cuanto al monto de la pena resuelto por los jueces, el fiscal del Ministerio Público de la Acusación sostuvo que “si bien habíamos solicitado 12 años de prisión, el monto de 16 años -pedido por los querellantes- era una de las posibilidades en un delito cuya escala penal va desde los ocho años como mínimo y hasta los 20 de años de prisión como máximo”. En tal sentido, agregó que “el tribunal entendió que lo justo eran 16 años y no tengo objeciones para ello”.

Consultado acerca de posibles apelaciones a la sentencia, Rodríguez advirtió que “estamos preparados para continuar litigando ante todos los recursos que puedan ser presentados. Estamos preparados para ir a donde haya que ir”.

Delito agravado

Los abusos que investigamos fueron cometidos entre el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre de 2015 en una casa perteneciente a la diócesis de Reconquista –en la que vivía el acusado– ubicada dentro del predio de la parroquia ‘María Madre de Dios’. En esta sede religiosa, el hombre investigado cumplía funciones como sacerdote”, precisó el fiscal.

Las víctimas fueron una niña y un niño muy pequeños, a quienes no sólo sometió sexualmente, sino que también hizo que se observaran mutuamente mientras eran abusados”, agregó.

Rodríguez se refirió a las agravantes del delito atribuido al acusado. En relación con su condición de ministro de un culto religioso, el funcionario del MPA sostuvo que “se debe a que, al momento de los ilícitos, NFM cumplía funciones como sacerdote”.

Denuncia

La investigación se inició a raíz de una denuncia realizada por la madre de la niña abusada. La mujer se presentó el 23 de diciembre de 2015 en el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional IX de la policía provincial y dejó constancia de lo ocurrido”, informó el fiscal.

Rodríguez sostuvo que “ni bien se nos informó de la denuncia, junto al fiscal Rubén Martínez ordenamos la realización de diversas diligencias, testimoniales y pericias. También se entrevistó en Cámara Gesell a la niña, ya que con el niño no se pudo concretar”.

El fiscal también reconoció que “hubo que presentar numerosos escritos y participar de una gran cantidad de audiencias a raíz de las recursos interpuestos por los distintos abogados defensores que tuvo el acusado”.

Querellantes

Los padres y las madres de ambos niños se constituyeron como querellantes. Los abogados que representaron al padre y a la madre de la niña fueron Andrés Ghio y Andrés Ramseyer. En tanto, en representación del papá y de la mamá del niño lo hicieron los abogados Luciana González.

El Obispado

En un comunicado emitido casi simultáneamente con la publicación de la sentencia, el Obispado de Reconquista expresó “respeto a la justicia de la provincia y sus magistrados, como así también a la decisión que han llegado en esta instancia”.

De la misma forma, el órgano católico manifestó “su cercanía con las familias de las víctimas (sic), y con todos aquellos que han sido afectados de algún modo por esta dolorosa situación”.

De la misma forma, el texto dice que el obispado mantiene “su compromiso de seguir orando y trabajando cotidianamente por la búsqueda de la verdad, la justicia y la construcción de la paz”.

En cuanto al proceso que se le sigue al sacerdote en el ámbito canónico, se informó se llegó a una decisión desde Roma, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero “habiendo sido citado el Pbro. Monzón para ser notificado de la misma, el pasado sábado 14 de diciembre, ha alegado motivos de salud, presentando certificación médica, por lo que se ha vuelto a citarlo, y luego de notificado, recién se dará a publicidad dicho acto y decisión de la Santa Sede”.

También, el organismo católico expresó “la renovación como Diócesis del compromiso decidido de trabajar en la protección de los menores y personas vulnerables en todos los ámbitos del territorio diocesano, como ha quedado expresado durante este tiempo”.

Comienza el juicio oral a un cura acusado de abusar de dos menores

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