Así lo evaluó el economista Matías Battista al analizar las medidas del gobierno nacional. Consideró necesarias mayores exigencias al sector del campo y sostuvo que “la elección ya es anecdótica; el mercado ya sabe que a partir del 10 de diciembre gobierna Alberto Fernández”.

En un clima económico más que preocupante para la amplia mayoría de la ciudadanía, el economista Matías Battista manifestó que “es muy difícil hoy, en el marco de tanta turbulencia y tanta incertidumbre, decir un precio cierto del dólar. Cualquier activo puede asumir cualquier valor en una situación de pánico. Puede ocurrir que la corrida sobre el dólar no haya terminado”. Al ser consultado por Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario), el especialista opinó que el ministro Hernán Lacunza “por fin pudo convencer a (Mauricio) Macri de que si no sale del papel de candidato, hoy estaríamos en una situación mucho más delicada”.

En ese sentido, analizó que desde el lunes siguiente a las PASO “Macri ha pasado por distintas etapas que asustaron a todo el mundo. Y no asumió en ningún momento que tenía que tomar decisiones firmes para tomar las riendas de la economía y olvidarse por completo del rol de candidato”. Al respecto, remarcó que “el cepo que armó el gobierno impacta muy fuerte en el sector financiero, al cual también le mintió con encuestas falsas. El mercado compró esas encuestas y el lunes (12 de agosto) se lo facturó”.

Desde la perspectiva de Battista, a las medidas ya adoptadas por el Ejecutivo nacional le faltaron otras. “El principal riesgo que tiene el gobierno es que la corrida cambiaria se transforme en una corrida bancaria. Si bien está sólido con las reservas, puede ser que la sangría empiece a crecer y el retiro de depósitos de los privados por miedo y por falta de confianza se acelere. Dos semanas le tomó a Macri darse cuenta de esta situación y se fueron 13 mil millones de dólares de reservas”, observó.

En el mismo contexto, el economista recordó enfático que la semana pasada el propio gobierno reconoció el default de la deuda que emitió. “Un default que era innecesario –explicó–. El gobierno tenía una cadena de cheques de corto plazo que eran las letras y decidió cortar la chequera. En el otro lado de esa cadena de deuda, están todas las pymes argentinas –enfatizó–, incluso gobiernos provinciales que habían puesto su dinero en letras del Tesoro en dólares para cubrirse de la devaluación y de la inflación. Macri no estaba dispuesto a asumir la colocación de un cepo cambiario”. Desde la óptica del contador, la situación debería haber sido inversa: “El gobierno debería haber obligado a los que tienen grandes cantidades de divisas a ingresarlas al sistema. Desde que levantaron la medida de 30 días para la liquidación de las divisas por procesos de exportación hasta hoy, no ingresaron al sistema 55 mil millones de dólares”.

Acerca del cuadro de situación del sector exportador, el economista consideró que se debería exigir que toda la cosecha que se liquidó durante este año “ingrese inmediatamente en 15 días”. “Las divisas no son de ellos, son de la economía argentina. Lo que es de ellos es la cantidad de pesos equivalente a esos dólares. El campo ganó mucho. (También) faltó exigirles a los productores agropecuarios. Hoy hay 30 millones de toneladas que equivalen a 8500 millones de dólares que no están liquidados, que están convertidos en granos”, precisó.

En la opinión del especialista, la administración central debería haber dispuesto que “a partir del 1 de octubre rigen valores porcentuales a las retenciones, tanto a soja, como a maíz y trigo. Entonces, se ganan varias batallas: se desdolarizan alimentos, se recompone la caja del Estado y el productor podría evaluar vender con un dólar de 60 (pesos) o vender en octubre con un dólar de 42, con una retención del 30%”.

Con relación a lo que podría suceder luego del 27 de octubre, cuando se celebren los comicios generales, Battista que “desde el punto del mercado, la elección ya es anecdótica; el mercado ya sabe que a partir del 10 de diciembre gobierna Alberto Fernández”. Y agregó: “Durante todo septiembre habrá un escenario de mucha turbulencia. Si la corrida cambiaria no se transforma en una corrida bancaria y que la gente saque los dólares del sistema, los que están en pesos y en plazo fijo pueden pasar a dólar, el proceso inflacionario se puede acelerar y, así, la convalidación de un dólar de 60 puede ser mucho más rápida”.

Finalmente, el economista indicó que “el dólar tiene una tendencia alcista muy clara desde que gobierna Macri; tuvimos golpes devaluatorios muy fuertes. El dólar puede seguir un crecimiento inevitable fruto de los desaciertos del gobierno”, definió.

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