Se trata de la investigación por la detención, tortura y muerte del abogado Orlando Navarro. Su cuerpo apareció colgado, pero sus familiares reconocieron las marcas de las torturas. Coco Pedraza contó quién fue «Navarrito».

Anoche, fueron detenidos cuatro exintegrantes de la policía provincial, por el asesinato de un hombre durante la última cívico dictadura. Fueron identificados como Carmelo Leonardo Rolón (detenido en la ciudad de Santa Fe), José Ernesto González (Firmat), Felix Alejandro Ríos (Santa Fe) y Rodolfo Alberto de la Iglesia (Cayastá).

Todos ellos son investigados por las torturas recibidas y la muerte de Orlando Julio Navarro, alias “Navarrito” debido a su contextura física un poco diminuta, un abogado que militaba en el Partido Comunista Revolucionario. Murió el 12 de septiembre de 1976.

Por aquel entonces, Navarro era un activo militante, estaba recién recibido y después de su detención fue llevado a la Comisaría 3°, en Lavalle y Balcarce (barrio Candioti), donde se lo torturó salvajemente.

Luego, para simular un suicidio, los torturadores lo colgaron de una camisa y le quitaron definitivamente la vida.

Su padre, madre y hermano tuvieron la penosa tarea de reconocer el cuerpo y también identificaron inmediatamente las marcas de las torturas. En ese contexto comenzó la lucha de la familia de Navarro por la averiguación de qué había ocurrido.

En ese “operativo” también fueron detenidos y sufrieron tormentos: Carlos Alberto Borgna, Leda Marta Fernández, Carlos Omar González y una mujer.

Rolón, uno de los detenidos estaba a cargo de la Seccional 3° y la misma noche en la que asesinaron a Navarro, apareció en la escena Alberto Jaime, “un peso pesado de la dictadura” para “certificar” la muerte de Navarro por suicidio.

Una de las personas que declaró en la causa de la muerte de Navarro es el abogado y militante de derechos Humanos Jorge “Coco” Pedraza.

“La investigación de la muerte de Navarrito era una asignatura pendiente, porque era un abogado de la matrícula que fue detenido, torturado salvajemente y muerto en esa circunstancia”.

“Habían simulado una muerte accidental. Navarrito había llegado de Sunchales, era uno de los oradores principales, había participado en la vieja lucha del comedor universitario, en la toma del Rectorado y era muy conocido y querido”, contó Pedraza en el programa televisivo Apto para Todo Público.

“A mi modo de ver, se les fue. La patota lo venía torturando y se les murió. Esto preocupó a los cuadros dirigentes de la inteligencia de la dictadura”, relató el militante.

“Cuando Jaime llegó a la Seccional 3°, comenzó un operativo para acallar las denuncias públicas que pudieran haber. El capitán Jaime ordenó un allanamiento en la casa del socio de Navarrito, que era Alberto ‘el Negro’ Ávalos”, contó Pedraza.

“También detuvieron a la esposa de Ávalos por alrededor de seis u ocho horas en el Regimiento 12, con fines claramente intimidatorios, también detienen a otro abogado del PCR y a tres o cuatro miembros más”, continuó.

“A Navarrito lo sacaron varias veces de la comisaría, seguramente para torturarlo, era el mecanismo que la patota del Ejército utilizaba”, detalló el militante de los derechos humanos.

Por último, Pedraza hizo hincapié en «la permanente falta de colaboración por parte de los represores y de quienes pudieron aportar datos sobre la cuestión, pero no lo hicieron.

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