Ante el probable aumento de los combustibles en julio, los referentes de las estaciones de servicio de Santa Fe están considerando no aceptar las tarjetas de crédito. Es que la nafta que comercialicen en junio con tarjeta la van a cobrar a los 28 días; es decir, ya en julio, un mes para el cual proyectan un incremento del combustible que oscilaría cerca del 12%.

“Hasta el momento, es una cuestión que está analizando cada estacionero en forma personal y que se conversa en las cámaras del sector”, le reconoció a El Litoral Daniel Giribone, síndico titular de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni) y presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garajes y Afines de Rosario (Cesgar). A este escenario, hay que sumar el incremento del 1,5% en los combustibles —a partir de este viernes— por un cambio en la forma de calcular los impuestos que gravan al rubro.

La decisión de aceptar o no la tarjeta —hasta ahora— correrá por cuenta de cada estacionero porque no todas las compañías están en la misma situación. Las que trabajan bajo la bandera de YPF, por ejemplo, reciben los pagos que se realizan con tarjeta a las 48 horas, por un acuerdo que logró la empresa estatal. “Nosotros nos comunicamos con las firmas que emiten las tarjetas pero nos dicen que no pueden adelantar los pagos”, aseguró Giribone.

Al probable incremento en el valor de los combustibles, a partir de julio, los estacioneros lo relacionan con que está en alza la cotización internacional del barril de crudo y con el aumento del dólar. Lo único que frena el incremento —por ahora— es el acuerdo del gobierno con las petroleras de no volver a “actualizar” el precio de la nafta durante el primer semestre.

En los surtidores, los clientes intentan ahorrar como sea. “El panorama está complicado —reconoció Giribone—. La gente se cuida al cargar y busca aprovechar todas las promociones posibles, como descuentos y sumas de puntos”.

¿Por qué aumenta este viernes?

Desde la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) explicaron que el cambio en el impuesto sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, que regirá desde este viernes, deriva de la reforma tributaria aprobada por el Congreso a fines del año pasado.

En dicha reforma (Ley 27.430) se dispuso el siguiente cambio: se estableció actualizar en forma trimestral los montos fijos del impuesto sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el Indec.

Hasta esta reforma, el impuesto se calculaba de acuerdo con un porcentaje sobre el precio de venta de los combustibles. Con este cambio en la metodología de cálculo se evitó que el aumento en el precio de los combustibles sea mayor, dado que el impuesto no aumentó a la par del incremento registrado en los últimos meses en el valor final del producto. A partir del cambio legislativo, se calcula sobre la base de un valor fijo, estipulado por la norma, que se actualiza por el IPC.

Fuente: Diario El Litoral
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