Foto: Prensa MSF

Los ensambles y la orquesta del programa municipal realizaron una producción audiovisual junto al equipo docente. De la experiencia virtual de 2020, se destaca la permanencia del 88% de las niñas, niños y adolescentes.

En los primeros días de diciembre, las sedes de Somos Música recibieron a las niñas, niños y adolescentes que se acercaron para devolver los instrumentos del programa, con los que pudieron practicar en sus casas. Aunque fue un encuentro breve, para muchos fue también la posibilidad de volver a verse, después de un ciclo que transcurrió por completo en la virtualidad a través de intercambios por chat, de clases y ensayos en plataformas digitales.

Para despedir estos meses tan atípicos, participaron de la grabación de “Viva la vida”, con arreglos de los propios docentes para instrumentos de cuerdas, de viento y percusión, sobre el tema original de la banda Coldplay. Ese gran trabajo de coordinación, producción y edición de imagen y sonido se puede ver en las redes sociales de la Municipalidad, entre ellas, el canal de YouTube:

Lo colectivo

En una evaluación de lo realizado durante el año surge que el 88% de las niñas, niños y adolescentes que se inscribieron en 2020, permanecieron en el Programa de Orquestas para las Infancias. Teniendo en cuenta ese nivel de participación, se valoran las decisiones que permitieron desde marzo transformar una política de integración que se basa en el encuentro presencial, en distintos espacios del territorio, a partir de una estrategia mediada por tecnologías. La reorganización del programa en ese contexto, enfocada en sostener el vínculo con los niños, las niñas y sus familias, está entre las adaptaciones que permitieron dar continuidad a las actividades.

Así lo expresó el secretario de Educación y Cultura de la Municipalidad, Paulo Ricci, quien destacó “la apuesta por lo colectivo a partir de la música como lenguaje para generar vínculos”, como el mayor logro de la ampliación y de la sostenibilidad de Somos Música, en un período tan difícil. En ese sentido anticipó que “nuestro proyecto de ampliación del programa está fundamentalmente orientado a llegar a más lugares del territorio, a generar nuevos colectivos musicales de niñas y niños, y hacer comunidad. Ese es el mayor valor que tiene un programa de estas características”.

Participación y pertenencia

El acompañamiento de los docentes fue otro elemento clave para poder adaptarse a las posibilidades de acceso a Internet de cada hogar, que en un relevamiento de comienzos del año alcanzaba sólo al 55% de los niños y niñas. Por eso en el mes de mayo, el municipio organizó la entrega de 91 instrumentos y 300 cuadernillos con material didáctico para mejorar las condiciones de aprendizaje, coordinando esa acción con las instituciones que son sede del Programa: Escuela N° 18 Falucho, Escuela N° 27 José Gálvez, Escuela N° 1255 Ceferino Namuncurá, Escuela N° 1255 Malvinas Argentinas, Escuela N° 1317 Brigadier General Juan Manuel de Rosas, Escuela N° 38 Brigadier General Estanislao López, Centro Comunitario Corazón de María y Parroquia Jesús Resucitado.

Con esos recursos, en la segunda mitad de 2020, se implementaron ensayos virtuales abiertos y producciones audiovisuales para enriquecer la experiencia de las clases y generar una oportunidad de encuentro grupal, aunque todavía no pudiera ser presencial.

Sobre el desempeño y el compromiso de los docentes, Ricci remarcó que se trató de un trabajo “no solo en lo pedagógico y musical sino también humano, para lograr ese porcentaje altísimo de participación y pertenencia a Somos Música que rozó el 90% de permanencia, cuando sabemos que en el sistema formal el nivel de deserción ha sido alto y fue mucho más profundo en lo que respecta a propuestas no formales, que no son obligatorias sino voluntarias”.

Nueva etapa

Foto: Prensa MSF

Los coordinadores del equipo docente, Leonel Franzoi y Dorcas Lacuadra, coinciden en que fue importante comenzar el ciclo con instancias para revisar dinámicas de trabajo, planificaciones. “Creo que también tuvo que ver con iniciar una nueva etapa con esta gestión, donde pudimos organizar, renombrar, redefinir funciones y plantear protocolos para hacer más eficiente y más sólida una estructura de trabajo que venía de mucho tiempo atrás”, señaló Leonel, que es parte del programa desde el año 2012.

Esa mirada se mantuvo y permitió revisar también recursos pedagógicos, como “los programas y cuadernillos, en los cuatro niveles de cada instrumento, de lenguaje musical, y a su vez digitalizar todo para disponer del material y compartirlo”, remarcó Dorcas. En esa línea, valoró también organizar el seguimiento de las actividades que hace cada niña y cada niño, para que todos los docentes puedan ver sus progresos, qué contenidos estuvo viendo en cada mes del año, con qué frecuencia podía participar de las clases, entre otros aspectos.

En paralelo a estas acciones, entre octubre y noviembre, se realizaron una serie de capacitaciones para las y los docentes, partiendo de sus inquietudes y temáticas de interés para abordarlas con referentes de esas áreas. De ellas, Franzoi destacó la propuesta que permitió “empezar a incorporar la perspectiva de la diversidad funcional como un objetivo del programa, con conocimientos para que todos estemos en condiciones de mejorar la estrategia en caso de necesitarlo”.

Finalmente, sin desconocer las desigualdades que la pandemia dejó a la vista y acrecentó, como ocurre con el acceso a tecnologías, consideraron positiva la manera en que pudieron incorporar herramientas para trabajar colaborativamente, reunir información y mantenerse en contacto. Para Lacuadra, un ejemplo de eso fue el proyecto de ensayos virtuales y las producciones que hicieron a partir de videos, que pueden verse en el canal de YouTube de Santa Fe Capital.

“La casa pasó a ser el escenario, la sala de conciertos, y fue muy lindo ver cómo participaban las familias para lograr las mejores condiciones de grabación, acompañar a los chicos en aprender cómo es el pulso, la afinación, cómo tocar sobre una pista. La producción de “Viva la vida” fue un desafío mayor para todos y llevó esa experiencia a otra escala. El apoyo de las familias fue grandioso en todo este proceso”, concluyó la coordinadora.

2021

Si las condiciones están dadas, las preinscripciones y las reuniones con las familias para el próximo ciclo se realizarán durante marzo de 2021. Somos Música se perfila así para iniciar formalmente el nuevo ciclo en abril, con los protocolos que estén vigentes en las distintas sedes.

FuenteRDP / Prensa MSF
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