El grupo santafesino aprovechó la cuarentena para seguir produciendo y hoy lanza su quinto álbum.

El reconocido conjunto santafesino de música para las infancias Canticuénticos aprovechó la cuarentena por la pandemia para seguir produciendo y hoy lanza su quinto álbum y octavo libro con idéntico título: «A cocochito», en los que se reafirma lo que el percusionista Nahuel Ramayo destaca como «el compromiso con temáticas que muchas veces son difíciles de abordar y que con mucho amor y respeto se puedan poner en palabras».

Por su parte, el bajista Gonzalo Cermelé, resalta que la posición que Canticuénticos asume en relación con asuntos complejos como la desigualdad, la memoria o los abusos tiene que ver con que como grupo buscan «acompañar a las infancias en libertad y con una mirada amorosa».

La agrupación es un fenómeno de calidad y popularidad cimentado en un audaz y logrado repertorio propio que plasmó en los álbumes «Canticuénticos embrujados» (2009), «Nada en su lugar» (2013), «Algo que decirte» (2015) y «¿Por qué, por qué?» (2018).

La propuesta independiente y autogestiva con intenso movimiento en redes, que acumula 245 millones de vistas en YouTube, añadió los «Canticuénticos en papel» sobre algunas canciones y con ilustraciones de Estrellita Caracol («El mamboretá», «El monstruo de la laguna», «Noni-noni», «¿Por qué, por qué?», «Quiero para mí», el tan necesario «Hay secretos» y «Pañuelito blanco»).

El grupo completa su formación con Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografía y video). Pero el entramado estético propuesto suma, además, a Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión), Javier Escandell (sonido) y Cintia Bertolino (voz invitada y asistencia de puesta en escena).

«A cocochito» ya tuvo varios adelantos con video y todo como «Zamba para aprender a caminar», «Vamos a plantar» (inspirada en la relación con la fundación Bosques Nativos Argentinos), «Si viene de la tierra», «Firulé», «Mi mandarina», «Qué suerte, qué risa!», «Muy muy feliz» y «Pañuelito blanco» (publicado en marzo pasado y dedicado a la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo).

Además del paseo vallenato que da nombre y abre el álbum, el nuevo repertorio incluye «En la casa de José», el rasguido doble «Cuento sin final», la milonga «Canción de las urgencias», la chamarrita «Esperando que me mires» y el festejo peruano «Un remolino».

«Donde se viene notando un cambio gradual y se vienen diferenciando los últimos discos de los anteriores, es en las instrumentaciones que, por ejemplo, son cada vez más variadas e incorporan instrumentos que anteriormente no se han usado, algunos ritmos que se salen de lo netamente tradicional para mezclarlos con otros géneros y lograr así una mixtura que resulte más rica, siempre en función de la canción», pondera el baterista Ramayo a esta agencia.

FuenteRDP / Télam
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