Sobre la cuarentena, el exsecretario de Salud de la Nación objetó que “se extendió durante demasiado tiempo”. Y enfatizó que las medidas no lograron “detectar tempranamente los casos, aislar los focos y mitigar la expansión de la pandemia”.

El 20 de marzo pasado se decretó el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) a los fines de evitar la propagación del Covid 19. Pasados siete meses, Adolfo Rubinstein evaluó aquella decisión del gobierno nacional como “acertada y oportuna para reforzar el sistema de salud”. “El problema es que esto se extendió durante demasiado tiempo. La cuarentena tiene que ser un instrumento de corto alcance y contundente. Pero no se preparó adecuadamente una respuesta comunitaria que tiene que ver con salir a detectar tempranamente los casos, aislar los focos y, de algún modo, mitigar la expansión de la pandemia”, esgrimió el exministro y luego exsecretario de Salud en contacto con Ciudadanos (que se emite este domingo, a las 20, por Somos Santa Fe, Somos Rafaela y Somos Rosario).

Dicho de otra forma, “la cuarentena per se no erradica el virus, sino que dilata su maduración”. “Se hizo una cosa razonablemente bien, pero no se hizo lo más importante: mitigar la expansión de la epidemia”, insistió quien fuera funcionario durante la gestión de Mauricio Macri. Y recordó que “más del 40% de la población vive de la economía informal, otro 20% es cuentapropista, con lo cual es imposible mantener la cuarentena durante mucho tiempo”.

Para el médico, además, durante los primeros meses la mayoría de las provincias estaban protegidas porque “la epidemia estaba concentrada en el área metropolitana de Buenos Aires”. “Cuando se comenzó a desplazar el foco al interior, las cosas se complican mucho porque los sistemas de salud son menos resilientes. Es decir, tienen menos capacidad de poder adaptarse al incremento de la demanda, con lo cual están muy tensionados. Si bien no creo que se llegue al colapso sanitario”, advirtió.

Acerca de las acciones llevadas a cabo en los últimos meses y la mitigación del contagio, Rubinstein observó que “no se logró porque no se compraron los test a tiempo”. “El pecado original fue que en las primeras semanas se subestimó el impacto que iba a tener la epidemia. La vinimos corriendo de atrás hasta ahora. Seguimos testeando muy poco en relación con el número de casos que estamos teniendo”, consideró. Al respecto, aclaró que “existe una brecha entre los casos confirmados por test y los infectos reales; es un número que oscila entre siete y 10. Puede haber hasta 10 infectados por caso confirmado”, sintetizó.

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