Jorge Alberto Balla purga una pena de reclusión perpetua, pero con prisión domiciliaria, por haber asesinado a cuatro militantes en la denominada “Masacre de Ituzaingó y Las Heras”. Desde junio de 2020 maltrata a una joven pareja con una niña de seis meses y hasta los amenazó de muerte.
Juan Schumacher y su esposa son una joven pareja que tienen una hija de apenas seis meses. También tienen como vecino al represor condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad Jorge Alberto Balla.
En junio de 2020, por motivos de índole barrial y vecinal, fue el primer episodio “originado en una falta de respeto que su hijo tuvo hacia mi esposa, este señor también me agarró del cuello para golpearme”, comentó Juan Schumacher al programa televisivo Apto para Todo Público.
En ese momento, Balla violó su prisión domiciliaria, pero el aparato no sonó. “No hicimos la denuncia por el estado de embarazo de mi esposa, igualmente el nacimiento de mi hija fue prematuro por este motivo”, comentó Juan.
También mencionó que el represor no es el único que hostiga a él y a su familia, sino que también se suman su esposa e hijos.
Tras el primer episodio “los hostigamientos continuaron por parte de él y sus hijos, y en diciembre fue el segundo en el cual hubo amenazas de muerte, esta fue la gota que rebalsó el vaso, porque amenazaron a mi hija de seis meses, a mí y a mi esposa”, narró Juan.
“Me dijo ‘te voy a matar, montonero hijo de puta, ya vamos a hablar por el patio’, eso es porque nuestros patios son linderos, él tiene acceso fácil. Radicamos las denuncias en la justicia provincial y federal. Su hijo penitenciario nos amenazó de muerte, pero todavía no tuvimos respuestas”, dijo.
El abogado Guillermo Mouné (reconocido en el campo de la militancia por los derechos humanos) presentó un petitorio para que se anule la prisión domiciliaria a Balla, lo cual será revisado.
“No puedo disfrutar de mi patio, tengo que salir con miedo de que este tipo me siga, cuando quiero tomarme un respiro, tengo que cruzarme cuando viene la custodia”, afirmó Schumacher.
“La estamos pasando muy mal, no puedo hacer nada, yo tengo que estar guardado, pero el que debe estar preso es él”, finalizó.