Mediante un estudio realizado por profesionales de la psicología se concluyó en que los profesionales de esta área son altamente propensos a padecer el síndrome de Burnout o “de cabeza quemada”. Una de las profesionales que llevó adelante la investigación indicó que “no es un estrés normal, en este caso te deja fuera de combate”.
El Colegio de Profesionales en Enfermería de Santa Fe comunicó públicamente que existe una elevado riesgo de sufrir Síndrome de Burnout (más reconocido como “cabeza quemada” en los enfermeros y enfermeras que desarrollan su profesión, en la jurisdicción de Santa Fe.
Este es el resultado de una investigación que se realizó en los y las profesionales de esta circunscripción santafesina.
Durante el trabajo de investigación se efectuaron 948 encuestas.
El resultado fue: agotamiento emocional 37% riesgo medio / alto, despersonalización 10% riesgo medio, realización personal 53% riesgo alto.
Los resultados de riesgo medio y alto son índices que reflejan el peligro que tienen los trabajadores de la enfermería profesional de sufrir el Síndrome de Burnout.
Carlos Azoge, presidente del Colegio de Profesionales de Enfermería, le dijo al programa televisivo Apto para Todo Público que “se trata de un estrés muy particular y muy grave que se caracteriza por el agotamiento físico, mental y emocional”.
Stella García, licenciada en psicología, y una de las autoras de la investigación dijo que “el trabajo no tiene precedentes en el país”.
García también describió que “este no es un estrés normal, en este caso te deja fuera de combate, es un trabajo muy fuerte el que hay que hacer cuando una persona cae en este síndrome, no es imposible salir, pero no es fácil y requiere mucha ayuda”.
Fundamentó que “correlacionamos datos y hemos podido ver que el riesgo aumenta en profesionales que tienen dos o tres trabajos”.
Vale remarcar que el síndrome en cuestión se da en personas que trabajan y desarrollan profesiones con el dolor humano físico, mental, espiritual, o el cuidado del otro. “El enfermero tiene un papel crucial, las estadísticas indican que por cada vez que un médico visita o se acerca a un paciente, el o la enfermera lo hizo cinco veces”, dijo García.
Azoge agregó que “entre un 40% y 50% de nosotros trabaja en dos lados para sostener a su familia”.
También mencionó que “este trabajo lo hicimos para saber cómo estaban los enfermeros, sabiendo que en Europa con un solo trabajo de 6 a 8 horas entraron en un gran agotamiento, mientras que nosotros trabajamos más del doble”.
Volvió a pedir que se reglamente el artículo 25 de la ley que rige la actividad y que convertiría a la profesión en una de alto riesgo, y de esa manera tener una jornada laboral reducida, una licencia profiláctica o terapéutica, gozar de un régimen jubilatorio diferencial.
García dijo que “es difícil que el profesional se dé cuenta de que está padeciendo el síndrome, sino que lo detectan los de al lado, la irritabilidad, el enojo y la impaciencia son mayores, es porque las capacidades están agotadísimas”.
Por último, Azoge indicó que “los enfermeros no se sintieron cuidados, los países Europeos que se dieron cuenta de la tarea que llevó adelante la enfermería están mejorando las condiciones de los y las enfermeras y habrá un punto en que habrá una emigración hacia esos países centrales, y vamos a formar enfermeros y enfermeras para exportarlos”.