Para los creyentes y no creyentes la Semana Santa tiene un aspecto convocante en un punto: el gastronómico, y más específicamente en los menús de pescado de río, sobre todo en Santa Fe.
La cuarentena hizo que los centros de comida cierren y se reconfigure por completo la fecha. No sólo en la ciudad, sino en el mundo.
Pero también hay buenas noticias: la municipalidad habilitó al Quincho de Chiquito para efectuar venta de un menú acotado que consta de empanadas y milanesas de surubí y bogas a la parrilla.
Mary Berón, la cara visible de un gran equipo que trabaja en este templo de la amistad y gastronómico santafesino, brindó precisiones sobre el funcionamiento de la nueva modalidad.
Consultada acerca de cuál es su percepción de la situación actual dijo que “hay mucha incertidumbre”. Agregó que “nos autorizaron ayer a vender para llevar, no es lo nuestro, para nosotros es nuevo, los clientes pueden venir de 11 a 17 y nosotros respetamos las modalidades, ante la circunstancia que estamos viviendo esto ayuda”.
La emprendedora afirmó que “es como ir al súper, pero a llevar pescado, nos acondicionamos a eso, aquí hay espacio, la gente puede esperar sin amontonarse, no hacemos delivery, deben venir a buscar la comida, primero deben llamar a los teléfonos 3424078765 o 5048262 para reservar”.
Consultada sobre la expectativa que se tiene para la atípica Semana Santa, sostuvo que “estaba preocupada, pero hoy la gente empezó a llamar, las redes sociales nos ayudaron, empezaron las reservas, sobre todo para el viernes al mediodía”.
También se refirió a las personas en situación de calle o las que llegan a pedir un plato con comida y que habitualmente se les da. Esta situación hace casi tres semanas que no se registra porque El Quincho está con sus puertas cerradas. “Me tiene mal la gente que pide y tengo que decirle no, estuvimos 20 días parados, decirle que no hay comida es feo, pero esto no es un capricho, gracias a Dios entienden, creo que esto va a pasar y nos vamos a fortalecer”.