El laboratorio provincial incrementó notablemente su producción, pero también puja en la disputa por los insumos.
La proliferación de mosquitos no mengua y la cantidad de casos de dengue continúa siendo un motivo de preocupación para la población santafesina. En este contexto, el repelente se ha convertido en un producto escaso, casi inexistente en las farmacias. De encontrarse, su costo resulta inadmisible. Por esa esa razón, el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) aceleró la producción el preciado producto con el fin de, al menos, cubrir las necesidades de los hospitales públicos.
“Cuando hace algunos años se veían números que daban a entender un crecimiento de casos de dengue, implementamos la producción de repelentes. Tras el cambio de gestión a fin de año pasado, pudimos hacernos de los insumos (a los que nos costó acceder por cuestiones financieras) y hoy estamos teniendo una producción de 2800 frascos diarios. Eso nos permite llegar a 16 mil semanales, con lo que vamos atendiendo los casos febriles o con diagnóstico confirmado de dengue en los centros de salud públicos”, dijo Guillermo Cleti, director del LIF.
Y continuó: “Lo que buscamos es apuntalar la estrategia que tiene el Ministerio de Salud, que hace hincapié en el trabajo en territorio, y nosotros apoyar con la producción de repelente que se receta para el paciente que tiene síntomas febriles o es caso confirmado, al que buscamos bloquear para que no sea fuente de contagio tanto él como todo su entorno, sobre todo personas que tengan alguna comorbilidad o el sistema inmunológico deficiente y estén en mayor riesgo”.
Ahora bien, ¿por qué este producto del LIF no llega a las farmacias? «No está pensado de esa manera y aún si quisiéramos, no estaría en nuestra capacidad. Y si deseáramos aumentar un turno más de producción, también tendríamos la limitante de los insumos. Así que no es posible”.
“Todos los productores de repelente nos estamos disputando los insumos, porque la materia prima (DEET) es de origen chino, pero también son importados los insumos plásticos, que hay que pagar por anticipado, algo que no es fácil para los presupuestos públicos. Así que sería realmente difícil hacerlo universal. Sí estamos buscando que haya cada vez más. Por ejemplo, el fin de semana pasado estuvimos trabajando en laboratorio para tener la materia prima liberada y el lunes continuar la producción”, agregó.
Cleti expuso lo dificultoso que se hace contar con la N-Dietil-meta-toluamida, el ingrediente más habitual para repeler insectos y evitar las picaduras: “Es una gestión administrativa que venimos haciendo de manera constante. El lunes pasado recibimos una cantidad de kilos que teníamos reservados desde hace meses, porque hasta ahí estuvimos produciendo con un stock de droga remanente del año pasado. Y ahora estamos esperando un ingreso de cuatro mil kilos más de droga que llegará en 15 días. Los tiempos de importación son esos. Por suerte la cuestión de fondo está salvada porque tenemos el respaldo total del gobierno”.