La Corte de Santa Fe respaldó el reclamo de las y los habitantes Sastre. “Está en juego la vida y se interpela al modelo agroalimentario hegemónico”, recalcó el abogado Rafael Colombo.
Tras la intervención de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, las y los habitantes de la localidad de Sastre (departamento San Martín) lograron ponerle un freno a las fumigaciones a los campos aledaños a sus viviendas. En el marco de una larga lucha, se dispuso que debe mediar mil metros entre la aplicación de agroquímicos y la zona poblada. Al respecto, el abogado Rafael Colombo destacó la “resistencia de los pueblos fumigados, particularmente en el corazón del agronegocio” dentro de nuestra provincia.
“La victoria de esta lucha se dio tanto en primera instancia, en la segunda instancia, en la Cámara de Apelaciones y llegó a la Corte Suprema de Santa Fe”, repasó el letrado, que integra la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, al ser consultado por ABC1 (que se emite este domingo, a las 23, por Somos Santa Fe y Somos Rafaela; y a las 21, por Somos Rosario). El máximo tribunal “privilegió la protección salud humana y el ambiente por sobre los intereses económico productivos”, destacó y aludió a otros pronunciamientos judiciales en la misma materia tanto en localidades santafesinas como en otras de otras provincias.
Frente a una posible apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Colombo expresó su crítica con relación a tomar tal iniciativa “en contra de los intereses de vecinos y vecinas”. “La Fiscalía de Estado parece que defiende los intereses de una razón de Estado que es completamente diferente a la razón de la sociedad. De hecho, el abogado del Municipio de Sastre y Ortiz es el próximo Fiscal de Estado de la provincia de Santa Fe”, reprochó teniendo en cuenta que, ya en tres ocasiones, “la justicia ratificó que los vecinos y las vecinas tenían razón”. “Estamos hablando de un caso en el que está en juego el derecho a la vida, de la integridad física de las personas. Y, por supuesto, interpela muy duramente al modelo agroalimentario hegemónico basado en el monocultivo y la emisión de agrotóxicos”, fundamentó Colombo de manera tajante.