Un estudio en The Lancet señaló que “será una enfermedad definitoria de este siglo” y que su abordaje en las próximas dos décadas determinará la esperanza de vida durante los próximos 80 años.

Desde hace un par de décadas, la medicina alerta sobre el crecimiento sostenido de la diabetes en el mundo. Pero debido a distintos factores socioculturales, en los últimos años el alza se incrementó exponencialmente y el panorama es más que sombrío hacia mitad de siglo.

Un estudio internacional, que se publicó recientemente en la prestigiosa revista The Lancet, reveló que aproximadamente 529 millones vivían con diabetes en todo el mundo en 2021, un número proyectado que crecerá a más de 1310 millones para 2050.

Basado en datos de 204 países, expertos de la Universidad de Washington, en Seattle, y del Grupo de Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD, por sus siglas) afirman que durante ese lapso de tiempo, se espera que la prevalencia global de diabetes estandarizada por edad aumente del 6,1 % al 9,8 %, según muestran los datos presentados en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA).

“La diabetes ya era una preocupación importante en 2021 y está destinada a convertirse en un problema de salud pública aún mayor en las próximas tres décadas, sin una estrategia de mitigación eficaz actualmente. Necesitamos identificar con urgencia soluciones que limiten el aumento de la población en los factores de riesgo de diabetes, de lo contrario, es probable que el avance de la enfermedad continúe sin cesar”, explicó la doctora Kanyin Liane Ong, de la Universidad de Washington.

El estudio también determinó el impacto de la diabetes en América Latina y el Caribe, donde 43 millones de personas ya la padecen y se espera que la situación epidemiológica empeore dramáticamente hasta contabilizar 121 millones de enfermos para el año 2050.

Las cinco causas de la epidemia mundial

– Aumento de la diabetes tipo 2

Según detallan los expertos, la diabetes tipo 2 representó el 96 % del total de los diagnósticos de esta enfermedad en 2021. También representó el 95,4 % de los años de vida ajustados por discapacidad (DALY) por diabetes, la suma de los años de vida perdidos debido a una muerte prematura más los años vividos con discapacidad.

Según establece el Ministerio de Salud de la Nación, la diabetes tipo 2 es la forma más común de esta enfermedad, donde aproximadamente entre el 90% y el 95% de los casos los pacientes son diabéticos tipo 2. Es decir, tienen la diabetes que se ocasiona a lo largo de la vida, diferenciada de la diabetes tipo 1 que es la que se padece desde el nacimiento o bien la diabetes gestacional que es la que se genera durante los embarazos en las mujeres.

“Si bien existe producción de insulina, esta es insuficiente y la misma actúa de forma incorrecta, de modo que el ingreso de la glucosa a las células, se ve dificultado (insulinorresistencia). Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se observa en forma cada vez más frecuente en personas más jóvenes. Este tipo de diabetes se asocia a sobrepeso y obesidad, alimentación inadecuada, falta de actividad física y antecedentes familiares de diabetes tipo 2″. Se estima que 1 de cada 10 argentinos de 18 años o más tiene diabetes y dado que, por varios años permanece sin síntomas, aproximadamente 4 de cada 10 personas que la padecen desconocen su condición.

La diabetes tipo 1 suele producir síntomas de forma rápida y clara tras la falta de producción de insulina, por lo que su diagnóstico suele ser prácticamente inmediato tras el inicio de los síntomas. En cambio, la diabetes tipo 2, es mucho más gradual, pueden pasar varios años sin que se produzcan síntomas que hagan sospechar su presencia por lo cual, el diagnóstico se puede producir al realizar un análisis de sangre por otro motivo.

Los síntomas de la diabetes pueden ser: falta de energía, poliuria (orinar mucho), polifagia (aumento del apetito), polidipsia (beber mucho por sed), pérdida de peso, visión borrosa, infecciones urinarias a repetición, infecciones cutáneas a repetición y heridas que tardan en cicatrizar.

– Crecimiento del sobrepeso y obesidad

En diálogo con Infobae, una de las expertas del Instituto de los Estados Unidos, Lauryn Stafford, explicó que tras hacer un exhaustivo análisis de datos sobre la incidencia y la prevalencia del trastorno, hay varias razones que pueden explicar por qué la enfermedad está aumentando tanto. “De los 16 factores de riesgo estudiados que se asocian a la diabetes tipo 2, el riesgo con mayor carga de diabetes atribuible es el índice de masa corporal elevado”, contestó la investigadora.

“Estimamos que, en 2021, el 63,5% de la carga de diabetes se debe al índice de masa corporal (IMC) alto en la región”, comentó. Ese índice es el peso de una persona en kilogramos, dividido por el cuadrado de la estatura en metros. Si se encuentra entre 18.5 y 24.9, se encuentra dentro del rango de peso normal o saludable. Si es más alto que lo considerado como peso saludable para una estatura determinada, se considera sobrepeso u obesidad.

El sobrepeso y la obesidad también son los factores de riesgo principales de diabetes en las demás regiones del mundo.

-Mala alimentación y poca actividad física

El ingerir alimentos de mala calidad o procesados incide en la generación de diabetes, según los especialistas. Eso incluye el bajo consumo de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas, fibra, leche, calcio, aceites omega-3 y ácidos grasos poliinsaturados, y comer con mucha sal, carne roja, carne procesada, bebidas azucaradas y grasas trans, según definen los especialistas.

“Aproximadamente la mitad de los casos de la diabetes tipo 2 pueden atribuirse a la obesidad. Y la carga de las muertes y discapacidades relacionadas con la diabetes, así como sus causas, varía ampliamente”, detallaron.

La actividad física también es determinante en el estado de salud general, aunque, en particular, en casos de diabetes, es una de las recomendaciones clave tanto en cuestiones de prevención como de acompañamiento en el curso de la enfermedad cuando ésta ya se ha declarado. En los casos de diabetes de tipo 2 (también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) el organismo hace una utilización ineficaz de la insulina. Este tipo representa la mayoría de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.

En relación con ello, una nueva investigación cuyos hallazgos publicados este mes en el British Journal of Sports Medicine encontró nuevos datos que podrían ayudar a reducir aún más las posibilidades de caer en un cuadro de diabetes tipo 2. El estudio mostró que más de una hora de actividad física de intensidad moderada a vigorosa por día se asoció con un riesgo 74% menor de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los participantes que hicieron menos de 5 minutos de actividad física.

– Desigualdades estructurales

Los investigadores citaron las desigualdades estructurales, como el acceso a opciones de alimentos saludables, así como los cambios hacia una dieta industrializada entre las poblaciones de ingresos bajos y medios como parte de la causa de un IMC más alto.

“Las comunidades minoritarias están en una posición más desventajosa y enfrentan resultados de diabetes más adversos que sus contrapartes no minoritarias debido a la inequidad estructural”, aseguran.

“Así que finalmente tenemos aquí, el efecto compuesto de la inequidad estructural y los determinantes sociales de la salud a lo largo de múltiples generaciones, alimentando una cascada de inequidad global cada vez mayor en la diabetes”.

– Acceso a la atención de la salud y desarrollo económico

“Los determinantes sociales de la salud también pueden desempeñar un papel en el aumento de la prevalencia de la diabetes en todo el mundo a pesar de las estrategias bien establecidas para reducir la carga de la enfermedad (por ejemplo, aumentar el acceso a la insulina, mejorar la infraestructura del sistema de salud)”, precisa el informe mundial.

Y agrega que el impacto de cinco determinantes sociales de la salud en las disparidades en la diabetes son: desarrollo económico, normas socioculturales, conciencia y política, acceso a atención de alta calidad e innovaciones en el control de la diabetes.

Otro obstáculo en el control de la enfermedad es que no todas las personas tienen su diagnóstico. Se estima que uno de cada tres adultos con diabetes aún no ha sido diagnosticado en América Latina.

“La diabetes será una enfermedad definitoria de este siglo”, escribieron los científicos en The Lancet. “La forma en que la comunidad de la salud aborde la diabetes en las próximas dos décadas determinará la salud de la población y la esperanza de vida durante los próximos 80 años. El mundo no ha logrado comprender la naturaleza social de la diabetes y ha subestimado la verdadera escala y la amenaza que representa la enfermedad”, concluyeron.

Ante el pronóstico de crecimiento de esta enfermedad para 2050 la doctora María Cecilia Preiti, jefa del Servicio de Diabetología del Hospital Universitario Austral, consideró al ser consultada por Infobae que es posible torcer el rumbo de la enfermedad. Aunque para eso se deberán implementar o fortalecer de manera urgente diferentes acciones.

Como recomendaciones, Preiti dijo: “Se deberían establecer planes de educación en diabetes para la población en general. Se debería formar más personal de salud especializado en la enfermedad y que integren grupos multidisciplinarios”. Cada persona debería adoptar un plan alimentario saludable, realizar actividad física regular y mantener un peso normal. “Son las mejores herramientas para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2″, resaltó la experta, que es codirectora de la Maestría en Diabetes Mellitus de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

“Argentina no es ajena a esta epidemia mundial de la diabetes. Según la Cuarta Encuesta nacional de factores de riesgo, la prevalencia de glucemia elevada o diabetes en la población adulta fue de un 12.7%. Ha estado en aumento también”, concluyó.

FuenteInfobae
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