Griselda Blanco tenía 45 años y era de Curuzú Cuatiá. Su expareja está detenida.
Se conocieron audios de la periodista Griselda Blanco (45), asesinada en Corrientes. Y se acrecientan las incógnitas sobre su crimen: menciona las causas por mala praxis y la persecución policial que vivía en la localidad de Curuzú Cuatiá.
«Estoy sola en todo esto. Te metés con la mafia y es así», le expresó Blanco a su abogada de confianza, Silvia Casarrubia, dando a entender la situación en la que vivía.
Según la letrada, la periodista solía utilizar su cuenta de Facebook para denunciar diversos casos en donde la Justicia hacía oídos sordos y los dejaba pasar: «Ella era hostigada por la Policía», destacó.
«Querían que revele sus fuentes, pero yo le decía que no tenía obligación de hacerlo. A muchas personas les molestaba que exponga irregularidades y delitos”, explicó Silvia.
Asimismo, subrayó que en uno de los audios hace referencia a un oficial que llegó trasladado desde la localidad de Sauce y que estaba siendo investigado por abuso: «Al final todos los comisarios son abusadores, corruptos, acosadores. Yo creí que este era un buen comisario”.
En una de las conversaciones, Casarrubia señaló que Griselda le había informado que le había pasado su contacto a sus hijos por si le pasaba algo: “Me quedé helada cuando me llamó su hijo y me dice: ‘Mi mamá me dio su número por si le pasaba algo’».
Aunque todavía falta el resultado de la autopsia, se confirmó que la mujer tenía una herida de arma blanca en el cuello y que su cuerpo fue colgado con la intención de aparentar un suicidio.
Con el avance de la investigación se trata de corroborar si fue un femicidio. Por esto último se detuvo a su expareja, Armando Jara de 54 años, quien también es periodista.
Aun así, la familia sostiene que no se trató de un suicidio: «A nuestra madre la mataron. Ella decía verdades que nadie se animaba a decir. La querían ver callada y no pudieron… Hoy fue nuestra madre y mañana puede ser cualquier persona de esta ciudad. Todo va a salir a la luz. Pedimos justicia porque es lo que ella hubiese querido y lo que Blanco”.
La periodista radial fue encontrada muerta este sábado a la tarde en el interior de su domicilio de la calle Juan Pujol de la ciudad de Curuzú Cuatiá, distante 320 kilómetros de la capital correntina.
Según detallaron fuentes policiales, el cuerpo de Blanco presentaba signos de haber sido estrangulado con una soga y tenía golpes en el rostro. Además, en el piso de la vivienda había rastros de sangre.
«Se hallaron también pelos en sus manos, que podrían ser señales de que se defendió del ataque», aseguró una fuente de la investigación, que añadió que los accesos a la vivienda no fueron violentados.
Por el crimen fue detenida su expareja Armando Jara, y la Justicia ordenó el allanamiento de su vivienda, en la que incautaron prendas de vestir y una notebook. El caso quedó a cargo de la Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos (Ufrac) y la Policía Federal Argentina (PFA).
Blanco era trabajadora de prensa radial y producía transmisiones en vivo de programas dedicados al periodismo local, en las que recientemente había presentado una investigación por supuesta mala praxis en la muerte de una mujer en el hospital civil Fernando Irastorza de Curuzú Cuatiá.
«Justicia por Débora Serrano. Murió en el hospital civil de Curuzú Cuatiá por mala praxis. Los culpables que vayan presos inclusive los directores del hospital. Juntos unido todo el pueblo en busca de justicia y haremos protesta fuera del hospital de la muerte. Si te sumas, comunicate. Todos por Débora Serrano», publicó Blanco el último sábado cerca de las 2.30 de la madrugada en su perfil de Facebook.