Se trata de una producción audiovisual realizada por 34 artistas santafesinas. Serán siete capítulos que juegan con los diferentes lenguajes, visibilizando a quienes construyen relatos divertidos, reflexivos y dramáticos.
En la Estación Mediateca, con apoyo de la Municipalidad, se proyectó el primer capítulo de la serie animada “Susurradoras”. Se trata de una ficción hecha por artistas santafesinas que busca sensibilizar el espacio del deseo y alterna en los géneros de la fantasía y el humor. Es una fusión entre las palabras y miradas de escritoras, con ilustraciones de artistas visuales y voces de actrices y animadoras.
Esta producción local juega con los diferentes lenguajes, visibilizando artistas que construyen relatos divertidos, reflexivos y dramáticos. Serán siete capítulos y cada uno de ellos abarca a distintos personajes.
La jornada, además incluyó el despliegue de un Punto Violeta para brindar asesoramiento en situaciones de violencia, promoción de derechos y entrega de folletería. El cierre fue con música en vivo.
La secretaría de Políticas de Cuidados y Acción Social municipal, Soledad Artigas, dio más detalles sobre esta iniciativa: “Se trata de una serie de cortos que realizaron directoras, personas que hacen diseño gráfico, que se dedican a la animación, que son sonidistas, artistas, escritoras, todas mujeres, de la ciudad de Santa Fe”.
La funcionaria contó más adelante que “la idea es que esta iniciativa gire por diversos espacios de Santa Fe Capital para, a partir de esta proyección, abrir el debate con chicos y chicas de los barrios, pero también el gusto por este arte, que es la animación en este caso”.
Raquel Minetti es artista visual e integra este grupo de mujeres que llevó adelante “Susurradoras”. “La idea surgió hace ocho años, la empezamos a trabajar a partir de unas esculturas que yo había hecho y que eran originalmente las voces de la gente del barrio. Estuve un tiempo investigando qué pasaba en las colas de los supermercados y de los bancos y me interesó esto de trabajar el cuchicheo, los rumores, los susurros”, relata.
Luego, “empezamos a pensarlo como un proyecto nuestro pero se derivó y se fue complejizando hasta llegar a las 34 mujeres que lo componemos hoy. Somos una comunidad de artistas tratando de pensar esto que se va construyendo en los barrios como diálogos, como ficciones, como realidades, como secretos con imagen y voz”, agrega. Del mismo modo, afirma que uno de los objetivos es “recorrer distintos barrios y recuperar las voces de sus mujeres”.
Por su parte, Claudia Ruiz, otra de las creadoras, califica la experiencia como “un sueño realizado porque venimos amasándolo desde hace ocho años pero es, por un lado, la visibilización de mujeres y disidencias, porque la idea es incorporar más artistas, que nos permitan recuperar esas voces, esos ecos y esa realidades”.
Además, valora que “en general, el cine latinoamericano no cuenta las grandes historias, sino esas pequeñas historias y son las que a nosotras nos interesan. Tanto en lo visual como en lo audiovisual, siempre tenemos ese tipo de búsqueda. Pero esto se abrió, se multiplicó y se fue transformando porque cada artista le fue imprimiendo una partecita muy personal, entonces quedaron obras muy ricas y muy atravesadas por todas, entonces no es de nadie sino que es de todas”, cierra Ruiz.