Lo afirmó Fabián Palo Oliver en relación con la expansión del crimen organizado y la falta de equipos políticos que puedan abordar el problema. También apuntó a la necesidad de fortalecer mayores acciones sociales.
“No se entiende que la política criminal debe ser una política de Estado”. De esa forma, Fabián Palo Oliver se pronunció a la situación de violencia e inseguridad que aqueja, particularmente, a Rosario. En diálogo con ATP, el diputado provincial hizo hincapié en la promesa de campaña de Omar Perotti resumida en el slogan “paz y orden”. “Prometer orden y paz en una provincia que ya tenía serias dificultades con el narcodelito y el delito organizado fue una irresponsabilidad y una medida electoralista”, cuestionó.
Al mismo tiempo, el dirigente radical planteó que “nunca se logró, entre la oposición y el oficialismo, encontrar un camino que permitiese determinar acciones que se pudiesen mantener en el tiempo”. Ya plantado en el armado de un nueva opción interpartidaria que reúne a fuerzas de la centro izquierda provincial, Palo Oliver apuntó que “el Frente Progresista demoró mucho tiempo en reconocer que las características del delito en Rosario eran distintas a las del resto de la provincia”. No obstante, resaltó que quienes comandan las grandes bandas criminales se encuentran detenidos, pero “cometen delitos desde las propias cárceles, desde la cárcel contratan sicarios y han diversificado sus negocios delictivos”, sostuvo. Y subrayó: “Es inadmisible que el Estado no pueda controlar a un tipo que está detenido. Eso habla a las claras que hay un sistema muy corrompido”.
En este contexto, el diputado también evaluó que el gobernador “no tenía un equipo de seguridad” al momento de llegar a la Casa Gris. “La política y los espacios políticos necesariamente deben formar a dirigentes en esta materia porque no es un tema fácil. No solo falta la decisión política de invertir en inteligencia”, opinó, en tanto puso el foco en la necesidad de “trabajar en las cuestiones de fondo”. Es decir, “en un país tan desigual y con tantos niveles de consumos problemáticos, obviamente que la violencia va a ir creciendo. El Estado debe reprimir el delito pero también debe incluir en la agenda pública cuestiones que hace años que no se discuten. Por ejemplo, los consumos problemáticos, más aun cuando hay pibes con situaciones de vulnerabilidad”, resumió