Para Sebastián Cáceres, de la Procuraduría Penitenciaria Nacional, “si la sociedad está violenta y carente de diálogo, eso se ve potenciado en la cárcel”.
Esta semana tuvo lugar, en nuestra ciudad, un encuentro que reunió al funcionariado de la Defensoría del Pueblo, del Servicio Público de la Defensa Penal, del Servicio Penitenciario, de la Universidad Católica de Santa Fe, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe y la Procuración Penitenciaria de la Nación. El eje fue el abordaje de un proyecto denominado “Marcos de Paz” a aplicarse en cárceles santafesinas. Sobre esta cuestión, Sebastián Cáceres, delegado de la región Litoral de la Procuraduría Penitenciaria Nacional, valoró el diálogo entre quienes fueron parte de la reunión.
En tal sentido, el también docente apuntó a “realizar un diagnóstico común de los problemas y a proyectar soluciones”. “Lo que vemos dentro de la cárcel es el reflejo de lo que vemos fuera de la cárcel. Y lo que podamos construir dentro de la cárcel tiene que ir de la mano de lo que podamos construir fuera”, consignó Cáceres en su paso por ATP.
Al reflexionar sobre la realidad carcelaria, el funcionario hizo hincapié en el carácter de “una sociedad con polos extremos, en la cual el diálogo se ha vuelto un recurso escaso y esquivo”. “Si la sociedad está violenta y carente de diálogo, eso se ve potenciado en la cárcel que es un lugar donde el Estado ha monopolizado la violencia física. El camino de salida es la palabra y la forma de resolución de conflictos no debe ser la violencia”, recalcó Cáceres.
En concreto, “Marcos de Paz” propone que atender “muchos de los conflictos cotidianos que se dan en la cárcel, a partir de ejercitar el diálogo y la escucha”. Dicho de otra forma, Cáceres destacó la premisa de saber “cómo lograr que la cárcel cumpla su objetivo: la reinserción”.